Suena bastante lógico pensar que el mejor momento para cepillarse los dientes es inmediatamente después de comer, pero es una mala idea. No siempre conviene lavarse la dentadura nada más acabar de usarla. Dependiendo de lo que hayas comido, es mejor esperar 20 minutos, porque si no puedes dañar el esmalte. A continuación te explicamos por qué debes hacerlos así.
Según Saber Vivir TV, nuestra boca tiene una acidez con un pH de 7, es decir, neutro. Con la comida que ingerimos hay una subida de la acidez en la boca que reblandece el esmalte. La saliva neutraliza esta acidez y el esmalte vuelve a endurecerse. Pero tarda unos veinte minutos.
“Hay varias teorías al respecto y depende de lo que comas”, aclara la odontóloga Nuria Noguerón, profesora de la Universidad de Barcelona. “Yo recomiendo a mis pacientes que esperen un poco y se enjuaguen la boca con agua antes de cepillárselos para compensar el pH”.
Por qué no debes cepillarte los dientes después de comer
Cepillarse los dientes inmediatamente después de comer es uno de los errores más extendidos. Parece lógico pensar que el mejor momento para lavar la dentadura es después de usarla, pero es una idea errada. Si hacemos esto frotaremos el ácido, el mayor enemigo de nuestros dientes, contra éstos, haciendo que su efecto sea más intenso y duradero.
“Cuando comes o bebes algo ácido el pH de tu boca disminuye y tarda un tiempo en volver a la normalidad”, explicó al Wall Street Journal el presidente de la Academia de Dentistas estadounidense Jeffrey Cole. El pH ideal de nuestra boca se sitúa en torno al 7, mientras que un refresco puede ser hasta de 2,5, “parecido al del vinagre”.
El ácido desmineraliza y debilita la superficie del diente, lo que nos hace más propensos a la caries. Según un estudio publicado en 2004 en la revista General Dentistry, si nos cepillamos los dientes justo después de comer el proceso se intensifica, pues repartimos el ácido por toda la boca y, además, empujamos éste contra los dientes.
Por el contrario, tal como explica Cole, si nos cepillamos después de 30 minutos, “la saliva de nuestra boca hará que disminuya el nivel de acidez sin frotar estas sustancias contra nuestros dientes”.