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Si tienes un perro en casa debes saber que las almohadillas son una de las partes más delicadas e importantes de su cuerpo, y por esto debes tener cuidado con ellas durante el . El asfalto es el principal peligro y si sufre quemaduras en sus almohadillas hay que son muy eficaces.

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Lo más importante en este tipo de accidentes es actuar de inmediato, lo más rápido posible. Lo primero que tenemos que hacer es lavar las quemaduras en las almohadillas con abundante agua tibia y jabón pH neutro. Es fundamental que queden bien limpias para evitar infecciones posteriores.

Si te percatas que hay inflamación tras las quemaduras en sus almohadillas, aplica hielo en la zona. Para que el frío no resulte fastidioso para el can, envuelve una barra de hielo en un trapo de algodón.

El aloe vera es una planta con propiedades cicatrizantes, regeneradoras e hidratantes. Una vez curadas las quemaduras, aplica gel de aloe vera natural dos veces al día para que la piel se vaya regenarando.

Lo ideal es que las quemaduras cierren sin cubrirlas. Sin embargo, como las almohadillas están en contacto con el piso puedes hacer un vendaje con una gasa esterilizada y esparadrapo hipoalergénico, y sustituirlo a diario. El collar isabelino funciona para que no se laman las quemaduras.

Almohadillas del perro. (Foto: Pexels)
Almohadillas del perro. (Foto: Pexels)

La regla de los 5 segundos

Una de las reglas que tenemos que tener en cuenta para evitar quemaduras en las almohadillas del perro es la regla de los cinco segundos. En verano el asfalto absorbe más calor, pudiendo llegar a freírse un huevo sobre el mismo. Por eso hay que pensar en ello antes de salir a pasear a diario.

La regla consiste en colocar la mano sobre el asfalto caliente y comprobar si aguantamos durante cinco segundos o por el contrario debemos retirarla antes porque nos quemamos. Si no aguantas esos cinco segundos, el perro tampoco y se quemará sus patas tras un paseo sobre el suelo caliente.

En verano, los mejores momentos del día para que el perro salga al exterior son los siguientes: a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. Si durante el resto del año da tres paseos, en la época de verano es mejor reducirlos a dos, y que éstos sean de mayor duración.

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