Cuando se trata de tender la ropa dentro de casa, es importante evitar que acabe impregnada con un desagradable olor a humedad que lamentablemente, ocurre en ocasiones. Afortunadamente, existe un truco infalible que te permitirá disfrutar de prendas frescas y sin esos terribles olores. Descubre en esta nota cómo tender la ropa en casa sin preocuparte por un posible olor a humedad, de modo que puedas utilizarlas con comodidad y un aroma agradable.
Muchas veces, el clima impide tender la ropa en el exterior y al aire libre, lo cual nos obliga a hacerlo en el interior de nuestra vivienda. Si bien esta acción no es considerada “mala”, puede llegar a ser contraproducente, especialmente cuando la zona donde resides tiene altos niveles de humedad.
Y es que las prendas mojadas o recién salidas de la lavadora pueden retener hasta dos litros de agua entre sus fibras. Por ello, una de las principales recomendaciones si estás pensando tender la ropa dentro de casa es escurrirla bastante bien o programar un centrifugado extra en la lavadora tras su lavado.
Cómo tender la ropa para evitar el olor a humedad
Para evitar que las prendas agarren el olor a humedad y la casa acabe atiborrada de ropa que tarda días en secarse lo mejor es que sigas los siguientes trucos caseros:
- Centrifuga bien la ropa. Acuérdate programar la lavadora, que es lo primero que debes hacer. De esta forma, las prendas saldrán escurridas y se secarán más rápido. Con este truco, se secarán más rápidamente y no será necesario plancharlas una vez estén completamente secas.
- Deja espacio entre las prendas para que tarde menos tiempo en secarse.
- Pon la calefacción para que la temperatura sea más estable y se seque lo antes posible. Para ello, sitúa el tendedero cerca del radiador, pero nunca lo cubras con la ropa, ya que puedes provocar un incendio en tu hogar o dañar las fibras de las prendas.
- Otra opción es abrir la ventana mientras la ropa está tendida para acelerar el proceso de secado y, lo que es más importante, evitar la condensación y la humedad. Por lo tanto, recuerda crear corrientes de aire con frecuencia y ventilar la habitación abriendo puertas y ventanas.
- Otra opción es usar un deshumidificador que te ayudará a evitar el exceso de humedad mientras se seca la ropa.
En base a la experiencia personal, estos consejos para aplicar a tu ropa, son garantía de efectividad. Ponerlos en práctica resulta bastante sencillo y si es con frecuencia, podrás convertirlo en un importante hábito que te facilitará la vida.