Un corte accidental con un cuchillo o un grano que reventó mientras dormíamos puede hacer que manchemos de sangre nuestra ropa o, lo que es peor, nuestras sábanas. Afortunadamente, hoy en día es mucho más sencillo eliminar esta clase de manchas de nuestras prendas.
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Solo hace falta saber algunos trucos caseros para quitar estos residuos orgánicos. Hay muchas alternativas que pueden ajustarse mejor a diferentes tipos de manchas de sangre. Hoy te vamos a revelar cuáles son esos hacks y sobre qué clase de tejidos es posible aplicarlas. Toma nota.
Cómo eliminar manchas de sangre recientes
Sin duda un producto quitamanchas es lo más recomendable. Sin embargo, si acabamos de mancharnos de sangre y no los tenemos a mano, podemos usar lo siguiente:
- Bicarbonato y vinagre. Ponemos primero el bicarbonato en polvo y, posteriormente, unas gotas de vinagre blanco. Lo dejamos actuar 20 minutos y enjuagamos en agua fría.
- Agua oxigenada. Solo hay que verterla en generosas cantidades sobre la mancha y dejar que actúe por 30 minutos. La espuma blanca que aparecerá indicará que está haciendo efecto. Luego, es necesario ponerla en remojo 10 minutos en agua fría y, si queda algún resto, frotarla con un cepillo de ropa y jabón.
- Pasta de dientes. Tiene la capacidad de hacer que la mancha se seque pero sin que llegue a penetrar en los tejidos. Así es más fácil retirarla después con cualquier detergente de lavadora.
Otro consejo a tener en cuenta es que nunca debemos introducir una prenda con manchas de sangre reciente en la lavadora junto al resto de prendas de vestir ya que puede echarlas a perder. Siempre hay que tratarlas antes de meterlas en la lavadora e iniciar el proceso de lavado.
Cómo quitar manchas de sangre seca
Si la sangre llega a secarse en la ropa dificulta el proceso de limpieza. El motivo es que penetra en las fibras y resulta más difícil de sacar. En este caso, los trucos que hemos dado también funcionan, pero muchas veces no es suficiente. Lo más recomendable es usar amoníaco para acabar con la mancha.
El amoníaco nunca debe usarse sobre prendas delicadas como la lana o seda. En cualquier otro caso, basta con poner dos cucharadas de este producto diluidas en un vaso de agua y, después, aplicar sobre la mancha. Tras 10 minutos, enjuagamos y metemos la prenda en la lavadora. También puede aplicarse un quitamanchas.