En diciembre se celebran las fiestas de Navidad y Año Nuevo, por lo que es importante tomar en cuenta los riesgos que existen sobre la manipulación de los juegos pirotécnicos, amados por muchos y odiados por otros, durante estas celebraciones.
Si bien los juegos artificiales son todo un espectáculo en el cielo, también producen contaminación ambiental y, su mal uso, sobre todo en el caso de los niños, puede ser nocivo. A continuación, te explicamos cuáles son los daños que causan a la salud.
¿QUÉ DAÑOS EN LA SALUD CAUSAN LOS JUEGOS PIROTÉCNICOS?
Conoce los efectos, de acuerdo con información del Ministerio de Salud.
1) Quemaduras: la manipulación de aparatos pirotécnicos es la principal causa de incendios en épocas de fiestas. Representan riesgos de quemaduras, lesiones, mutilaciones por explosión y problemas de audición para las personas que los usan.
2) Daños a los ojos: el 75% de las lesiones oculares atendidas durante la Navidad y el Año Nuevo son por el uso inadecuado de pirotécnicos. Además, la liberación de gases del artefacto irrita la vista.
3) Alteraciones al sistema nervioso: el estallido y estruendo de los fuegos artificiales pueden alterar, en especial, a las personas con autismo, adultos mayores y a quienes tienen afecciones respiratorias o problemas de salud mental, entre otras. Esto les puede causar estrés y preocupación, generar un shock y hasta convulsión. Las mascotas también sufren.
4) Afecciones en vías respiratorias: los artefactos pirotécnicos con mezclas de diversas sustancias químicas que, al encenderlos provocan efectos luminosos y contaminantes del aire, lo cual resulta perjudicial para la salud.
5) Daños al oído: el oído humano tiene la capacidad de tolerar un máximo de 55 decibeles, pero los artefactos pirotécnicos pueden llegar a superar los 120 decibeles. Las detonaciones con gran intensidad, generan zumbidos, sensaciones de “pitillos” y, en el peor de los casos, pueden perforar el tímpano y hasta provocar pérdida de la audición.
Potentes juegos pirotécnicos pueden afectar el oído (GEC)
RECOMENDACIONES
Luis Verástegui Barahona, especialista en audiología y director del centro audiológico AudiPhone, indicó a la agencia Andina
Mantenerse alejado unos 20 o 30 metros de la zona donde se desarrolla la explosión.
Proteger los oídos con tapones de silicona o simplemente cubrirlos con algodón a fin de aminorar el sonido de la detonación.
Reducir el uso de pirotécnicos para que haya menos contaminación sonora, ambiental, así como casos de quemaduras y problemas oculares por esquirlas.