Las relaciones de pareja son un elemento fundamental en el ciclo vital de las personas y que se han desarrollado numerosos estudios en buscar los factores capaces de influir en el desarrollo de este tipo de unión. Él interés de estas investigaciones es conocer las características de las diferentes tipologías de pareja ha dado lugar a múltiples clasificaciones.
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Se dice que una relación de pareja es sana cuando existe una buena comunicación, apoyo entre los componentes, confianza, respeto mutuo y honestidad, así como libertad para disponer de espacio y tiempo individual. Caso contrario es la relación insana que carece de estas características.
La relación de pareja es un vínculo sentimental de tipo romántico que une a dos personas. Dentro de lo que se entiende por relación de pareja aparecen el noviazgo, el concubinato y el matrimonio.
Una relación de pareja puede estar formada por un hombre y una mujer, por dos hombres o por dos mujeres. Durante muchos años el matrimonio estuvo limitado a las parejas heterosexuales; sin embargo, en los últimos tiempos, varios países han aprobado las uniones civiles y los matrimonios homosexuales. El registro y la formalización de la relación de pareja resultan muy importantes ya que tienen consecuencias legales y son claves para la adopción, la inscripción en obras sociales, el reparto de bienes, etc.
En muchas ocasiones dos personas le dan mayor importancia al afecto y la confianza, otras a la intimidad sexual o al compromiso de estar juntos a pesar de todo. Cuando se decide romper una relación y comenzar con otra, por lo general, será del mismo tipo. Y las causas por las que esto sucede es por su cultura, la familia o la misma situación
Los tipos de relaciones se pueden determinar con el tiempo y la permanencia. Cada vez que se empieza algo todo es bello y es el romanticismo y la pasión lo que reina todo el tiempo, pero a medida de que pasan los años las cosas van cambiando.
En general, se trata de relaciones en las que están inmersos los amantes a escondidas. Como también aquellos que hacen del noviazgo un capricho sexual. No sienten un compromiso de compartir otras actividades ni acompañarse en su desarrollo. Pero el deseo o la atracción física son más fuertes que el resto de los componentes de una relación.
Las parejas abiertas son las opuestas a las más conservadoras o tradicionales. Piensan que incorporar otras experiencias con terceros alimenta la pasión. Así, además de tener sus propios encuentros y vida en común, se permiten entre ellos otras subrelaciones. El poliamor podría estar incluido.
Estar con otro no refleja una infidelidad o una traición, si ambos lo consensúan y lo aceptan.
En lo habitual, el amor o la pasión ya no existen, se han dejado vencer por el tiempo y la rutina. Pero, frente a la sociedad, tienen la necesidad de seguir juntos. Así, en cumpleaños, eventos culturales o vacaciones aparentan ser la pareja ideal.
No obstante, ya sale a la luz que están juntos solo por costumbre o por miedo al rechazo social de la separación. Estos son tipos de pareja que también pueden darse por interés.
Los celos juegan un papel fundamental en este tipo de relación. El contrato es tener conocimiento pleno de cada movimiento y hasta pensamiento del otro.
Los involucrados saben absolutamente todo del compañero, incluidos los datos más íntimos. De hecho, comparten códigos de acceso a celulares y ordenadores, salen y vuelven juntos y cualquier secreto puede ser motivo de ruptura.
En segundo lugar, las parejas abiertas son las opuestas a las más conservadoras o tradicionales. Piensan que incorporar otras experiencias con terceros alimenta la pasión. Así, además de tener sus propios encuentros y vida en común, se permiten entre ellos otras subrelaciones. El poliamor podría estar incluido.
Estar con otro no refleja una infidelidad o una traición, si ambos lo consensúan y lo aceptan. Por ejemplo, es una gran alternativa para una persona asexual cuando desean tener hijos. Habilitar a su compañera a encuentros sexuales que la satisfagan, en ese ámbito en que él no tiene deseo.
En lo habitual, el amor o la pasión ya no existen, se han dejado vencer por el tiempo y la rutina. Pero, frente a la sociedad, tienen la necesidad de seguir juntos. Así, en cumpleaños, eventos culturales o vacaciones aparentan ser la pareja ideal.
No obstante, ya sale a la luz que están juntos solo por costumbre o por miedo al rechazo social de la separación. Estos son tipos de pareja que también pueden darse por interés.
Los celos juegan un papel fundamental en este tipo de relación. El contrato es tener conocimiento pleno de cada movimiento y hasta pensamiento del otro.
Los involucrados saben absolutamente todo del compañero, incluidos los datos más íntimos. De hecho, comparten códigos de acceso a celulares y ordenadores, salen y vuelven juntos y cualquier secreto puede ser motivo de ruptura.
No son pocas las personas que no logran despegar de su interés intelectual. Así, fuera de la oficina, eligen seguir hablando sobre los mismos intereses o hobbies. Y basan sus relaciones de pareja en el diálogo y el tiempo dedicado a estos.
Pueden leer juntos las noticias actuales de la profesión. Incluso, hasta programan sus vacaciones relacionadas a la temática. Sexo y amor, seguro que son importantes, pero no más que los conocimientos.
Entre los tipos de pareja son las más tóxicas y de las que hay que huir de inmediato. Para salir de estos lazos enfermizos es necesario valor y ayuda profesional.
Siempre buscan la solución con el diálogo y la paciencia.
Es un buen día para reconocer en qué tipo de pareja se inmiscuyen cada vez. Tal vez, haya algunos cambios que realizar para encaminarse a la que consideren ideal.
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