El Día de Reyes Magos (6 de enero) marca el final de las celebraciones navideñas y el inicio de una de las tradiciones más fuertes en México. En esta fecha las familias disfrutan de la Rosca de Reyes y cada invitado debe partirla y evitar encontrar el o los “muñequitos”, ¿qué relación tiene este acto con el repartir tamales el Día de la Candelaria que se celebra el 2 de febrero en México?
Cada “muñequito” de color blanco simboliza al Niño Jesús que fue ocultado por María y José durante la persecución de Herodes. Quien lo encuentre se convertirá en padrino y deberá realizar una fiesta ofreciendo tamales a los asistentes. Esto le generará abundancia en su vida.
Esta es una fecha llena de tradición que une las costumbres católicas con las indígenas y que tiene un gran significado en México, pues se le conoce como el Día de la Candelaria. Simboliza la purificación de la Virgen María 40 días después de Navidad y la presentación del Niño Jesús en el Templo.
En el país, los fieles realizan diversas acciones como vestir la imagen del niño y llevarlo a bendecir a la iglesia y, al regresar al hogar, es el momento ideal para deleitarse con unos ricos tamales acompañados de atole.
Este acto de entregar tamales también data de cuando los aztecas realizaban ciertos rituales en honor a sus dioses Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl en donde daban ofrendas con productos elaborados a base de maíz.
Y fue en la época de la Conquista cuando la costumbre prehispanica se fusionó con las tradiciones católicas y religiosas para adoptar este emblemático platillo como un infaltable del Día de la Candelaria.
Los tamales son una preparación hecha con una masa de maíz rellena de diversos ingredientes y envuelto en hojas de elote o plátano.
En México existen más de 500 variedades de tamales, entre los salados y dulces. Los más consumidos son los que vienen en salsa roja o salsa verde, una opción de desayuno habitual en Ciudad de México.
También existen los tamales oaxaqueños (envueltos en hoja de plátano, rellenos con mole y otros ingredientes), los tamales de chaya (utilizan la hoja de chaya para envolverlos y los rellenos varían), así como los tamales dulces hechos en base a piloncillo o azúcar y rellenos de pasas o trozos de fruta.
Para completar el menú del Día de la Candelaria, los tamales se acompañan de un sabroso atole, una bebida de origen prehispánico que se prepara en base al maíz. En un principio los ingredientes fueron harina de maíz, agua y piloncillo o azúcar, pero con los años se han presentado variaciones dependiendo de la región.
Entre los sabores más típicos están el atole de zarzamora silvestre de Michoacán, el atole de maíz nuevo de Yucatán, el atole de ceniza de las costas del Pacífico y del Golfo (con propiedades curativas), el atole de garbanzo de Querétaro, entre otros.
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