ESPACIO APROPO

Año tras año se conmemora la lucha incansable de millones de mujeres por alcanzar igualdad, reconocimiento y mejores oportunidades. Un 8 de marzo de 1908 fallecieron 130 mujeres en un incendio provocado en una fábrica de Nueva York, en Estados Unidos, tras mantenerse firmes en una huelga contra las largas jornadas y las pésimas condiciones en las que trabajaban. Su realidad era compartida en el resto del mundo y encontró eco en Europa, donde una multitudinaria trinchera de mujeres exigía derechos e igualdad.

Más de un siglo después, la sociedad peruana no es ajena a estas condiciones. Al contrario, persiste la tarea de terminar con los sesgos y estereotipos que colocan a la mujer un peldaño por debajo de los hombres, algo evidenciable en la visión de su función natural como la responsable de las cargas domésticas o en la idea de que la mujer es un objeto de deseo.

Más aún, gran parte de la sociedad mantiene una percepción de culpabilidad de la mujer en diversas situaciones de violencia. De acuerdo con el estudio “Actitudes de los peruanos hacia la mujer”, realizado por Ipsos Perú (marzo, 2022), si una mujer usa una minifalda y un hombre la acosa, un 29% de personas considera que ella es la culpable. Y si asiste sola a una fiesta y es violada, el 31% cree nuevamente que la culpa recae en ella.

“Es necesario hacer frente a la violencia y combatirla, pues esto sirve de base para perpetuar las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres, las cuales afectan a las familias y repercuten en la sociedad”.


Emerson Yancul, especialista en Sexualidad y Salud Reproductiva de APROPO

CIFRAS SOBRE UNA REALIDAD ALARMANTE

En ese marco, no es para menos que continúen las inquietantes cifras en cuestión de violencia de género en diversos ámbitos, lo cual pone sobre la mesa una cruda verdad: aún existe una inmensa brecha por cubrir. Según el Programa Nacional Aurora, en el 2022 hubo más de 130 mil denuncias por actos violentos a nivel físico, sexual y psicológico contra mujeres en nuestro país.

Asimismo, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) manifiesta que el 54,9% de mujeres entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia alguna vez en su vida por parte de su esposo o compañero. Y el Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades (CDC Perú) indica que la violencia familiar hacia la mujer representa el 86% del total de notificaciones a nivel nacional.

“Se debe tener en cuenta que la violencia está asociada a las actitudes y creencias que forman parte de una sociedad machista y patriarcal, en la que las mujeres son inferiores y están subordinadas a los hombres”, sostiene Emerson Yancul, especialista en Sexualidad y Salud Reproductiva de APROPO.

A estos factores se suma la facilidad con que se juzga a las mujeres que hablan libremente sobre su sexualidad, un tema que todavía es considerado tabú en la sociedad peruana. No obstante, a partir del autoconocimiento de sus cuerpos, del empoderamiento femenino, del acceso a una adecuada información en materia sexual y de la normalización de estos temas, las mujeres pueden tomar decisiones responsables y gozar de su sexualidad de una forma libre, autónoma y consentida.

UNA ONG POR LAS MUJERES DEL PERÚ

Hoy en día, la clave es conversar abiertamente sobre sexualidad y culminar con las barreras, la desinformación y los prejuicios que limitan a las mujeres a acceder libremente a métodos anticonceptivos para cuidar su salud sexual y reproductiva. Con ese objetivo trabaja Apropo, una institución que nació hace 40 años para promover una cultura de sexualidad responsable, especialmente en adolescentes y jóvenes.

Para APROPO, la manera ideal de empoderar a la mujer es dándole todas las herramientas para que pueda decidir sobre su sexualidad y disfrutarla a su manera. Si necesitas más información, ingresa a .

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