Espacio Yango

Emprender en el Perú no es sencillo. Para muchas personas, el punto de partida es un objetivo personal: salir de deudas, brindar estabilidad a sus familias o encontrar una forma de crecer de manera independiente. Detrás de cada viaje y cada entrega hay historias reales de esfuerzo, resiliencia y determinación, de padres y madres que buscan tranquilidad en casa, personas que trabajan para mejorar su calidad de vida o que dan sus primeros pasos hacia la independencia económica, todos unidos por una misma necesidad: contar con oportunidades flexibles que les permitan avanzar a su propio ritmo.

Para muchos de estos emprendedores, Yango pasó a formar parte de ese camino. A través de la plataforma, encontraron una forma de generar ingresos utilizando un auto, motocicleta o tuk tuk, decidiendo cuándo y cómo moverse, y aprovechando la alta demanda de usuarios en la ciudad.

Más allá de los viajes y entregas diarias, la experiencia se complementa con incentivos como bonos, sorteos, capacitaciones y premios económicos, que muchos conductores y repartidores valoran como una motivación adicional. Más que una herramienta, la plataforma ha contribuido a construir una comunidad que acompaña y reconoce su esfuerzo.

Estas tres historias reflejan cómo, al volante o en el camino, los objetivos personales pueden convertirse en progreso real.

Marco Conductor de automóvil

“Durante uno de los momentos más difíciles de mi vida, mi hija se enfermó y todo se detuvo”, cuenta Marco. “Tuve que dejar de trabajar por un tiempo y esa incertidumbre fue abrumadora”.

Las citas médicas, los gastos inesperados y la presión por sostener a su familia pasaron rápidamente a formar parte de su día a día. Sin un ingreso constante, las deudas comenzaron a acumularse y la estabilidad que había construido empezó a tambalear.

Buscando una forma de recuperar el control y apoyarse en sí mismo, Marco volvió a manejar —algo que ya había hecho antes, pero ahora con un sentido de urgencia distinto—. “Al inicio dudé. Ya había manejado con otros aplicativos y no estaba seguro de que realmente marcara una diferencia”, recuerda.

Con el tiempo, el empeño y tiempo al volante le permitieron reconstruirse. Lo que empezó como una solución temporal se transformó, poco a poco, en estabilidad financiera. “Me di cuenta de que el esfuerzo que ponía se reflejaba directamente en lo que podía ganar”, explica.

Cuando su situación se estabilizó, Marco comenzó a pensar más allá. Organizó su trabajo de manera más estratégica y terminó apoyando a otros conductores. Hoy, ese proceso se ha convertido en una subflota de cerca de 30 conductores a su cargo, un resultado que en algún momento parecía imposible.

Jorge Conductor de tuk tuk

Jorge pasa sus días recorriendo calles estrechas y avenidas congestionadas en su tuk tuk. Durante años, su rutina estuvo marcada por largas esperas, ingresos inciertos y jornadas que terminaban sin saber cuánto llevaría a casa.

Hace siete meses, cuando estaba por convertirse en padre, supo que algo tenía que cambiar. Con un hijo recién nacido, la urgencia por contar con ingresos más previsibles se volvió central. “Necesitaba una forma de generar dinero sin estar todo el tiempo fuera de casa”, cuenta.

Al organizar mejor sus horarios y reducir los tiempos muertos, Jorge empezó a recuperar el control de su día a día. Sus ingresos se volvieron más constantes, lo que le permitió planificar mejor.

Hoy, con un bebé de dos meses en casa, el tiempo tiene otro valor. Jorge concentra su trabajo durante la semana y reserva los fines de semana para cuidar a su esposa y a su hijo. Para él, esta etapa no se trata solo de generar ingresos, sino de poder estar presente para su familia.

David Repartidor en motocicleta

David decidió comenzar a conducir a través de Yango como una forma de generar ingresos y ganar estabilidad. Con el tiempo, la constancia y el esfuerzo empezaron a reflejarse en su calidad de vida. “Pasé de vivir en un cuarto a mudarme a un departamento”, cuenta. “También pude comprar tres motos y ahora mi meta es adquirir un auto”.

Además de mejorar su día a día, el ingreso adicional le ha permitido invertir en su futuro. Actualmente, David destina parte de sus ganancias a pagar sus estudios, algo que antes sentía fuera de su alcance.

Para él, el proceso no ha sido sencillo. “Como en todo emprendimiento, el inicio es duro”, reflexiona. “Pero con disciplina, se puede crecer poco a poco”.

¿Por qué conducir con Yango?
Sólida base de usuarios
Bonificaciones según desempeño
Programa de recompensas
Comunidad de emprendedores

Tú también puedes ser parte de esta red de emprendedores. Descarga la app de Yango Pro y empieza a conducir hacia tus metas. Miles de peruanos ya lo están logrando.

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