Quienes siguen la serie ‘De vuelta al barrio’ disfrutan del personaje de Felicitas. El humor que muestra, además de la valentía, inocencia e ilusión, hacen del personaje interpretado por Nidia Bermejo uno de los favoritos. Además, ha demostrado que, con amabilidad y respeto, consigue todo lo que se propone y casi nadie se aprovecha de ella, por el contrario, sus vecinos la ayudan a cumplir sus metas.
Se sabe que Felicitas llegó a Lima y desde entonces trabaja como empleada doméstica en casa de la señora Amanda, quien siempre tiene un trato frío, interesado y desconsiderado hacia ella. Sin embargo, no se opone a que estudie por las noches, ya que no sabía leer ni escribir. En sus clases demostró ser muy aplicada y entusiasta por aprender.
En el último episodio de De vuelta al Barrio, se vio que el papá de Felicitas, el señor Saturnino Condori, llegó a Lima para llevarse a su hija porque no le gusta que trabaje como empleada. La joven se niega porque en Lima la dejan estudiar.
“Felicitas, ya te he dicho que no traigas personas a la casa. ¿Dónde se ha visto que el servicio doméstico reciba visitas a la casa?”, dice la señora ‘Amanda’ en un inicio sobre la presencia del señor Saturnino en su casa. “No seas anticuada. Bienvenido, señor”, dice un amigo de la dueña de casa.
“¿Servicio doméstico? ¿Para eso has venido a Lima? ¿Para ser empleada?”, le reclama Saturnino a su hija Felicitas. “Es un trabajo honrado, gano dinero y puedo estudiar”, responde Felicitas. “¡Qué vas a estudiar si no sabes ni leer!” asegura su papá.
La discusión continúa en De vuelta al Barrio. El papá de Felicitas le dice que no es necesario que una empleada doméstica sepa leer y tampoco está de acuerdo con que trabaje atendiendo a otras personas, pues en lugar de eso debería atenderlo a él y al resto de su familia gratis.
"Ah qué bonito, o sea que a usted le gustaba que le hicieran las cosas gratis y encima no la dejaba estudiar", dice el amigo de la señora Amanda, quien se siente incómoda por la discusión que hay en su casa, más no demuestra otro tipo de indignación.
"Para qué va a estudiar una mujer. Te han metido ideas en la cabeza", finaliza Saturnino Condori, quien es echado de la casa. Felicitas, al final, promete que no habrá otro escándalo parecido y recibe un abrazo hasta de la propia Amanda.
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