Del saque somos carnecita… Todo se sabe. Hay un zambito marcador de un club grande, que no se sabe si es trujillano o talareño, que otra vez se mechó con su ‘rulitos’. El muchacho se enteró que su flaquita iba a trabajar en una serie donde iba a ser puro besos y apretadas con su galán y el pelotero le dijo: elige entre tu carrera o yo. La chica se fue a grabar. Las mujeres que estudian, se preparan y son emprendedoras, ya no aguantan el salto. Así de sencillo. Así de facilito. Eso no quita que hay de las que se enamoran perdidamente y apuestan todo por el amor. Sí, señores…
La ‘Hiena’ es un caso especial. No es noticia en la cancha, sino en su vida privada. Los años pasan y no reacciona. Recién se ha mudado a vivir a San Miguel, cerca del cruce de la avenida La Marina con Universitaria, y ya armó un par de juergas. Por ratos se amista con su mujer, por momento anda en ‘abertura de carne’ y no sienta cabeza. Cuando quiera corregirse, ya estará tachado en todas las gerencias deportivas. Qué feo…
Me cuentan que el ‘Guía sexual’ anda palteado. Miró donde no debía, escribió a una mujer prohibida y ahora tiene que ir a todos lados con un guardaespaldas que anda con ‘fierro’. Parece que se quiso dar de vivo y es recontra sano. Este mundo, esta sociedad, es de locos. Pica. Hasta por una palabra mal dicha te meten plomo. Y no va a ser…
Los chibolos de la reserva de la Vicky se fueron a Huancayo el último fin de semana y, a mitad de camino, se plantó el bus que los llevaba a la ‘Incontrastable’. El chofer tiró barro con ventilador a los directivos y contó que no le habían dado para el combustible. Lo mismo ocurrió cuando viajaron a Ayacucho. Eso es maltrato, abuso, desconsideración. Allí pudo suceder hasta una desgracia. En la carretera paran los delincuentes atentos a una visión. Rexuxa…
Los jugadores huancaínos estuvieron ayer por la mañana tomando un rico desayuno frente al ‘Coco’ Chávez, porque se iban a Moyobamba a jugar con Unión Comercio. No entraron a un restaurante, se sentaron en las carretillas de emolienteros. El drilo no da para ir ni a una cafetería de media caña. Pobechitos… Me voy, soy fuga.
Si te interesó lo que acabas de leer, puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter, y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.