El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un arroz con pato aderezado con cervecita negra, servido con salsa criolla y, para tomar, se pidió una chicha morada fresquecita.
“María, qué triste es que en nuestro país ya no se pueda ni comer tranquilo en cualquier restaurante, porque los malditos delincuentes pueden entrar a matarte a balazos para robar el celular o la cartera. Ni nuestra campeona mundial de muay tai, Valentina Shevchenko, se salva de la tremenda ola de inseguridad ciudadana que todos padecemos.
La noche del último domingo, tres delincuentes con cascos de motociclista y armados ingresaron a una pollería ubicada en la primera cuadra de la avenida Matellini, en Chorrillos, a una cuadra de la estación del Metropolitano, donde la destacada luchadora comía con su entrenador, el ruso Pavel Fedotov.
A punta de pistola y a golpes, los delincuentes comenzaron a robar a los comensales. A dos les rompieron la cabeza al golpearlos con la cacha de la pistola. Fue cuando Fedotov se levantó de su asiento y disparó a los delincuentes, que comenzaron a escapar aterrorizados mientras respondían al fuego. En el tiroteo fueron disparados unos quince balazos, resultando muerto uno de los delincuentes y heridos dos comensales: Fedotov y una mujer de 30 años. El dueño de la pollería en Chorrillos señaló que con el del domingo, su local ya es asaltado ¡¡seis veces!!
La triste verdad es que los peruanos, como lo demuestra lo ocurrido con Valentina Shevchenko, estamos completamente desprotegidos, librados a nuestra suerte, ante la clamorosa incapacidad del presidente Ollanta Humala que ha dejado las calles sin vigilancia policial, mientras él se la pasa inaugurando obritas en provincias.
Los peruanos de a pie son asesinados a la vuelta de la esquina por un celular. El próximo gobierno tiene la obligación de concentrar sus fuerzas en derrotar a la delincuencia, para lo que debe implementar medidas urgentes como poner más efectivos en las calles. No puede ser que uno camine cuadras y cuadras y no vea a ningún agente. Por eso los criminales asaltan, roban, extorsionan y matan sin ningún problema.
Otra disposición a ejecutarse, aunque esta sí será más difícil, es derrotar a la corrupción que está enquistada en todas las instituciones del Estado, como la Policía, INPE, Ministerio Público y Poder Judicial. El día que estas instituciones actúen con más honradez, valentía y responsabilidad, será cuando comenzaremos a vencer a los criminales. Se necesita mano dura, a los delincuentes avezados hay que enterrarlos de por vida en las cárceles, mientras más alejadas de las ciudades mejor, y sin ningún tipo de beneficios ni acceso a celulares. Es lo que pide la población”. Me voy, cuídense.
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