El ‘Tigre’ estaría pensando dejar la bicolor apenas acabe la Copa América Centenario

Del saque somos carnecita… Para mí un ‘nueve’ debe ser potente, fuerte, de buena talla, ir bien arriba, vivo, rata, aguantar patadas sin quejarse y dar el vuelto con pana y elegancia. En Europa chocas con ‘rocas’ de pura fibra que miden 1.90, sino pregúntenle al León Zambrano por Lewandowski. También están Zlatan o el ecuatoriano Felipe Caicedo del Espanyol, que cuando pica parece un camión a toda velocidad. Aquí tenemos a la ‘Pulga’ que su piernita es un brazo de mi tío ‘Tanque’ La Rosa y mojado pesa 50 kilos. Bien por el chato que se gana en buena ley sus frejoles con goles, pero estamos en el Perú donde tenemos equipos tan malos que nunca pasan ni la primera ronda de la Copa Libertadores y los delanteros les hacen goles a UTC, Comercio y La Bocana. Creo que bien pagado sería diez lucas gringas al mes. Es mi opinión, sin mala leche. Así es…

Hay un runrún que el ‘Tigre’ estaría pensando dejar la bicolor apenas acabe la Copa Centenario de Estados Unidos. Parece que ya tiene sus maletas listas. Dicen que no estuvo de acuerdo en dejar de lado a sus ‘referentes’ y solo aceptó por presión de los directivos y la prensa. Por eso llamó a allegados de los seleccionados para explicarles y disculparse por no tenerlos en la lista de convocados. Pero como el pelucón no tiene nada de sonso, ya estaría negociando con un club de su país para tener chamba al toque si se va del Perú. Ayayayay…

Ya me enteré que el ‘Rey de los bloopers’ es caserito de una discoteca en Piura, donde solo llegan chicas en shorcitos chiquititos. Él va al frente de un grupo de peloteros y la pega de canchero con todo el personal que se le cruce. Por eso sus compañeros lo llaman: ‘Trompo nuevo’, porque anda carretón. Noooooo…

Ayer estuvo de cumpleaños uno de los mejores ‘10’ que vieron mis ojos. Julio César Uribe apagó 58 velitas, pero está paradazo. Tremendo jugador, encarador, hábil, le pegaba con las dos piernas y la rompió en Colombia, México e Italia. El hombre está bien cuidado, sigue tocando como los dioses, come sano y no tiene vicios, solo su Inca Kola. Así es… Me voy, soy fuga.

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