Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por su papa a la huancaína con tallarines rojos, una pierna grande de pollo y una jarra de chicha morada heladita. “María, llegué tempranito al diario y me encontré con mi amigo, el periodista de Policiales, ‘El sonámbulo’. Estaba con sus lentes oscuros y su gabán tipo Humphrey Bogart. ‘Gary, la situación en el ya se escapó de control. El sábado, a las tres de la tarde, se cometió un crimen que demuestra que los sicarios ya no creen en nadie. En pleno centro del Callao antiguo, en el barrio de Castilla, mataron a Luiggy Gerald Molina Vernazza, primo de ‘Pedrito’, quien fuera asesinado hace ocho años junto a su novia Marjorie a la salida de un salsódromo de La Victoria.

Luiggy había terminado de almorzar junto a su esposa de 22 años, su hijito de un año y medio y su abuelita. Los tres asesinos no esperaron que saliera a la calle. A patadones rompieron la puerta, encontraron al muchacho desprevenido y le dispararon en el cuerpo y la cabeza delante de sus tres familiares. Luego huyeron como si nada. Qué terrible espectáculo para esa familia. Según la policía, Luiggy fue acusado por los familiares del chalaco, al que llamaban ‘Marc Anthony’, de haber participado en su homicidio. La víctima no era un ‘santito’, según los policías, pero aterra la forma tan violenta de su muerte. Casi todos los días se producen crímenes en el Callao. Creo que con el estado de emergencia los delincuentes se han vuelto más sanguinarios.

Los chiquillos se agarran a balazos en pleno centro del puerto. ¿Qué hacen las autoridades políticas del Callao para revertir esta situación? Ellos están en otra, participando en las elecciones y gastando harto dinero en propaganda. ¿Qué se puede hacer si la seguridad de una candidata chalaca contrata a un delincuente para que realice pintas nocturnas y este resulta matando a un vigilante? También denuncian que en las planillas de la empresa de limpieza, que brinda servicios al concejo, ‘trabajan’ varios delincuentes prontuariados. De verdad que la situación en la región Áncash no era tan grave como la del primer puerto.

Matanzas, bandas de narcos que ‘preñan’ contenedores con droga y asesinatos por ‘cupos’ en la obras de construcción civil. Los asaltantes de bancos ya fueron. Ahora prefieren extorsionar a las empresas constructoras. En el puerto se mueven millones, por eso hay tanta corrupción política y policial, así como en el Poder Judicial y el Ministerio Público. Desde hace tiempo la gente honrada y honesta del Callao, que es la mayoría, vive aterrorizada por delincuentes que actúan a sus anchas con la complicidad de autoridades corruptas. Esa gente decente se pregunta, ¿hasta cuándo?”. Qué terrible. Me voy. Cuídense.

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