
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un tallarín al pesto con milanesa de pollo. Para tomar pidió una jarrita de cebada tibiecita. “María, por vacaciones me fui con toda mi familia a Brasil, la tierra de la samba, Pelé y las playas de Copacabana. Siempre es bueno salir del país para comparar las cosas y tratar de ser mejores personas. Cuando uno llega a Río de Janeiro o Sao Paulo, el impacto es brutal. Calles ordenadas, transporte masivo y de primera, un sistema público mejor que el nuestro y paisajes bonitos.
Igual que nosotros, el país de Lula da Silva enfrenta una ola delincuencial, pero a diferencia de nuestras ciudades, la presencia policial se siente y se ve. En Sao Paulo, salí de noche con unos amigos y cada dos cuadras había parejas de policías o patrulleros dando vigilancia.
A cada tanto se escuchaban los helicópteros volando por los cielos. Y el turismo, ni qué decir. Copacabana, Leblón o Ipanema, y en menor medida Flamengo, Botafogo o Barra de Tijuca, atraen como moscas a millones de visitantes en cualquier temporada. Pero no solo la antigua capital de Brasil es punto de atracción.
Desde hace algunos años, Buzios es destino de millones de visitantes. Durante los días que estuvimos por ahí, nos encontramos con enjambres de chilenos, argentinos, paraguayos o europeos. El orden es lo principal. Mientras tanto, desde hace algunos meses en el Perú hay todo un escándalo por el maltrato a los turistas en Machu Picchu, nuestro principal destino turístico.
Eso no pasa, por ejemplo, en el Cristo Redentor o el Pan de Azúcar. El ingreso es ordenado y nadie tiene que hacer interminables colas. El tren que te lleva a la maravilla mundial del Corcovado es cómodo, lo mismo que el teleférico hacia la montaña del Pan de Azúcar.
¿Por qué no imitamos eso? El país de la samba recibió en lo que va del año unos siete millones de turistas. Perú no llega ni a dos. Y eso que tenemos más para ofrecer con el lago Titicaca, Machu Picchu, Choquequirao, Chavín, el Señor de Sipán, la selva amazónica, las playas del norte, Nasca y mucho más. Aprendamos lo mejor de otros países”.
Bien por Gary. Me voy, cuídense.








