Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una sabrosa papa a la huancaína con huevito duro y aceituna. De segundo, un estofado de pollo con presa grande, rocotito molido y su jarrita de agua de cocona. “María, ahora que estamos en pleno verano, Canal N difundió un informe que revelaba que la playa Carpayo del Callao es una de las más contaminadas del Perú y de Sudamérica. Un triste y vergonzoso galardón para nuestro país. Me ponía a pensar: con toda la plata que se roban los corruptos, bien podrían limpiarla. Pero bueno, Carpayo se ha convertido en un gigantesco botadero de basura y desmonte. Cientos de toneladas de desechos de construcción son arrojados en las playas de los distritos cercanos, sin que las autoridades de esas jurisdicciones hagan algo por impedirlo, y entonces las corrientes llevan todo a esa zona. Para tener una idea de la terrible contaminación que hay, en esta playa se han encontrado hasta 40 toneladas de desechos en solo 500 metros, cuando el promedio en el resto del continente es de dos toneladas por kilómetro. ¡Increíble!
Esto ocurre en tiempos en que se habla de cuidar el medio ambiente. Los peruanos somos privilegiados, tenemos playas maravillosas por las que vienen extranjeros de todo el mundo; sin embargo, permitimos que esa bien ganada fama se malogre teniendo una bonita playa como Carpayo totalmente sucia. Ya es hora de que el Gobierno central intervenga y ayude en la limpieza de esta parte de nuestro litoral. Como primer paso se deben poner fuertes multas a todos los vehículos que arrojan desmonte en las playas, no solo del Callao, también de Magdalena y San Miguel. Los bañistas también podemos hacer bastante para la conservación de nuestro litoral. Fue una vergüenza cómo dejaron los ‘juergueros’ de Año Nuevo un bonito balneario como Máncora lleno de latas, botellas, residuos de comida, colillas de cigarros y bolsas. Un asco. ¡Por qué son tan cochinos! Eso demuestra la falta de cultura y educación. Tan fácil que es tener una bolsita y llevar los desperdicios a un tacho. Por ejemplo:
- Jamás arroje basura al mar o ríos. Use los tachos públicos, pero si no los hay o están llenos, ponga sus desechos en una bolsa y llévelos a casa.
- Es un peligro enterrar la basura en la arena, sobre todo cuando se trata de vidrios o latas (de conservas, gaseosas y otros), porque pueden cortar el pie de algún bañista. Además, la lata se oxida y es mucho más peligrosa.
- Evite arrojar a la arena o al mar pañales usados, botellas, bolsas, colillas de cigarros y otros, pues muchas veces son ingeridos por peces y otros animales, causándoles la muerte.
- No hacer las necesidades fisiológicas en el mar, debido a que aumenta la contaminación.
- Evitar llevar mascotas a la playa, ya que ellos sufren con el calor. Si lo hace, hay que responsabilizarse y recoger sus excrementos.
- Cuidemos nuestro medio ambiente, nuestro planeta, el lugar donde vivirán nuestros hijos y nietos”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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