Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un cebiche de pescado y un chaufa de mariscos con salsa tártara, y para la sed, una jarrita de refresco de maracuyá.
“María, cada día siguen llegando a nuestro país cientos de venezolanos que dejan su tierra huyendo del hambre y la violencia provocados por el corrupto y nefasto Nicolás Maduro. Nuestro país, con todos sus problemas de desaceleración económica, corrupción e inseguridad ciudadana, es una tabla de salvación para nuestros hermanos llaneros que, con todo derecho, ansían vivir en paz, alimentar a sus familias y curar a sus hijos si se enferman. ¿Pero qué cosas tan terribles pueden pasar en la patria del ‘Puma’ José Luis Rodríguez para que cientos de miles escapen, incluso caminando varios días? Para empezar:
* La inflación supera el 8 mil por ciento y sigue aumentando. En el primer gobierno del Apra, la inflación llegó a 3 mil 399 por ciento.
* No hay leche, harina, huevos y otros alimentos. Los mercados y supermercados lucen casi vacíos. Las personas hacen largas colas para obtener alimentos. Se registran saqueos.
* Los enfermos mueren por falta de medicinas y reactivos médicos, lo que impide tratar sus enfermedades y hacerse exámenes. No hay ni anestesia.
* Muchos ganan 4 dólares o menos al mes. Solo pueden sobrevivir quienes reciben ayuda del extranjero.
* Miles de niños han dejado de ir al colegio por dedicarse a buscar comida en cualquier lugar y de cualquier forma. Muchos no tienen fuerzas ni para levantarse de la cama debido a que no comen incluso varios días.
* Surgió un nuevo tipo de violencia doméstica. Muchos padres golpean a sus hijos que comen una ración destinada para el hermano pequeño o para un enfermo.
* Los ancianos están condenados porque necesitan medicinas y una alimentación de mayor calidad.
* Es el segundo país más violento del mundo. El año pasado se registraron 26 mil 616 asesinatos, de los cuales más de 5 mil 300 fueron obra de la policía y los cuerpos de seguridad. El Perú cerró el 2016 con 2 mil 435 homicidios y el año pasado, la cifra fue similar.
* En el 2017, un policía fue asesinado cada día.
* Las personas que salen a protestar contra Maduro en las calles son golpeadas brutalmente, asesinadas a balazos o detenidas y encerradas meses y hasta años bajo terribles condiciones. Las protestas entre abril y julio del 2017 dejaron 120 muertos.
* No hay libertad de expresión. Los medios de oposición son cerrados y los periodistas encarcelados”. Qué horrible. Por eso, para no vivir algo igual, los peruanos debemos defender nuestra democracia con uñas y dientes. Me voy, cuídense.
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