El fotógrafo Gary llegó al restaurante por una causita rellena con atún, aceitunas negras, lechuga y tomate. Después se pidió un pescadito a la plancha con una porción de arroz blanco. Para la sed, una chicha morada friecita. “María, casi a diario nuestro país es sacudido por noticias importantes que, muchas veces, nos quitan la tranquilidad y nos suman en la tristeza y preocupación. Por eso creo que la Semana Santa debe ser aprovechada por todos, creyentes o no, para reflexionar acerca de nuestra existencia, de nuestras acciones.
En ese sentido, los padres tenemos la enorme responsabilidad de actuar con decencia, promover los valores en nuestros hijos, con la acción más que con la palabra, pues debemos ser conscientes de que ellos nos observan, aunque creamos que no lo hacen, y luego nos imitarán. Que los padres pasen este fin de semana con la familia es fundamental, pues a los chicos se les demuestra así que son importantes.
Lamentablemente, el sentido de la Semana Santa se pierde cada vez más con el paso del tiempo. Hoy es para miles de jóvenes y adultos sinónimo de juerga en la playa con alcohol, drogas y sexo. Cada persona hace con su vida lo que le parece, ¿pero acaso no sería ideal que esos muchachos, en lugar de perderse por ahí, con todos los riesgos que eso conlleva, elijan pasarla con sus hermanos y padres? No se necesita ni siquiera salir de casa o tener dinero, se trata solo de compartir momentos, de crear recuerdos inolvidables con actividades tan simples como hacer el desayuno o ver una película, junto a las personas que más nos aman y a las que muchas veces dejamos de lado por los amigos, el trabajo o la falta de ganas e interés.
Y lo repito, en estas épocas en que nos agobian las malas noticias, como la delincuencia o los actos de corrupción, es más importante que nunca sembrar valores en nuestros hijos. Si no lo hacemos, después no nos lamentemos de que puedan meterse en problemas por las tentaciones. Solo tres consejos para pasarla en familia.
Hagan actividades juntos: Padres e hijos, como preparar el desayuno, cocinar, ver una película, pasear por el parque, practicar algún deporte, un juego de mesa. Promueve el diálogo con respeto, sin reírse de nadie.
Conversen: Pueden hacerlo alrededor de la mesa, durante la comida. Escucha a tus hijos con atención, sin burlarte, así no te parezca muy importante lo que digan. Para ellos sí lo es. Expresa tu opinión, pero sin menospreciar sus puntos de vista.
Vayan a misa: Si son católicos pueden hacerlo. Por lo menos dejen de comer carne hoy Viernes Santo. Pueden ver una película de Jesús. Mantengan un ambiente de serenidad y reflexión, con el volumen bajo del televisor o la radio”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.