
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas chuletas doradas con papitas al horno, ensalada criolla y, para tomar, una manzanilla al tiempo. “María, es alarmante el revelador reportaje de ‘Cuarto poder’ sobre Brucelee Bermudo Guerra, afiliado al partido del inefable César Acuña, Alianza Para el Progreso. Bermudo está requerido por la justicia de Estados Unidos por tráfico de drogas y señalado como operador logístico del sanguinario Cártel de Sinaloa que fundó Joaquín Guzmán ‘El Chapo’. El dominical de América TV da cuenta que Brucelee fue capturado en octubre del 2024 en la región Amazonas durante un operativo de la Dirandro y la DEA, pues los gringos lo acusan de enviar desde el VRAEM hasta dos toneladas de cocaína al mes a Chicago y Detroit.
Fue llevado a Lima para ser extraditado a Estados Unidos, donde le darían cadena perpetua, pero de forma increíble la jueza Lorena Sandoval ordenó su libertad y no se sabe dónde está. Este joyón formaba parte de APP, que, solo ante el escándalo, lo expulsó de sus filas. Si el periodismo no hacía esta revelación, el sujeto seguiría en dicho partido con la posibilidad de postular a algún cargo público. Cuántos criminales peligrosos integrarán las decenas de partidos políticos que hay en nuestro país.
Las mafias de la minería ilegal, del narcotráfico y de otras economías ilegales están financiando las campañas de políticos inmorales a cambio de que los beneficien cuando lleguen al poder. Hoy congresistas que luchan para ampliar el Reinfo que favorece a mineros ilegales. Eso no es gratuito. Hay que desaparecer a esos partidos que albergan a criminales y se financian con dinero sucio. La valla electoral de 5 por ciento es una invitación a que sigan proliferando esos partidos vientre de alquiler”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.








