
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de cabrito con frejoles y salsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de chicha morada heladita. “María, terrible la situación que está pasando la población de La Libertad, que sufre la peor espiral de violencia de su historia.
La semana pasada, sicarios armados asesinaron a la regidora de Chicama, Elena Rojas Alcalde, durante una chocolatada navideña, y dejaron a varios niños heridos, uno de ellos grave con un tiro en el pecho. La noche del viernes, pistoleros dispararon hacia un campo deportivo en Trujillo, donde al día siguiente se iba a realizar un partido entre los equipos de Christian Cueva y Gerald Oropeza, el popular ‘Tony Montana’.
Este año, bandas armadas atacaron varias veces la mina Poderosa, en Pataz, asesinando a vigilantes y obreros para llevarse mineral de oro. Organizaciones criminales como ‘Los Pulpos’ y ‘La nueva jauría’, extorsionan a comerciantes, empresarios y hasta a pequeñas bodegas, sin que el Estado pueda hacer algo para detener esto.
Lo peor es que su máxima autoridad regional, el gobernador César Acuña, se la pasa más viajando por placer por el mundo, visitando sus mansiones en España y en Miami, que trabajando al lado del pueblo que lo eligió.
Encima tiene la conciencia de postularse para la presidencia de la República. Ese tipo de políticos no se necesitan en el Perú. Requerimos gente que se ensucie los zapatos, que trabaje las 24 horas del día para resolver el problema de la delincuencia, supervisar personalmente el trabajo de la Policía y armar leyes contra el crimen. No queremos fatuos, vanidosos, flojos o esos que solo se meten a la política para defender sus negocios o enriquecerse.
Según el Observatorio Regional de Seguridad Ciudadana de La Libertad, entre enero y octubre de 2025, hubo 236 víctimas de homicidio en la región. Una barbaridad. Casi tantas muertes como en el conflicto árabe-israelí. Esto mismo se repite en Lima, Chimbote, Piura, Iquitos o Puno. El fenómeno criminal nos está desbordando y necesitamos verdaderos líderes para salir de esto”. Muy bien dicho, Gary. Me voy, cuídense.








