Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante en busca de un espectacular arroz con mariscos a lo macho con rocotito molido y una jarra de chicha morada de maíz friecita. “María, todas las carreras profesionales y técnicas marchan al compás de la innovación. Abogados, ingenieros, maestros, policías y otros deben actualizarse permanentemente, mucho más ahora que la tecnología hace que todo cambie en forma vertiginosa. En Internet encontré unos tips para no estancarse en el trabajo, escalar posiciones y no poner en riesgo el puesto. Son las cosas que no debemos hacer. Los errores más comunes.
- No adaptarse a la empresa: Siempre hay que estar identificado con la compañía para la que trabajamos, así veremos nuestro trabajo como algo necesario y no tendremos conflictos.
- Poner excusas: Jamás debemos evadir la responsabilidad, tarde o temprano se sabrá la verdad y quedaremos mal parados.
- Hacer lo mínimo: Siempre hay que dar un plus extra en el trabajo. Hay que aportar.
- Dejar las cosas a medias: Todo trabajo hay que hacerlo bien, no se debe olvidar que lo que fácil se hace, fácil se va.
- Ser pesimista: Deje esa actitud de lado, quejándonos no ganaremos nada. Sea positivo y contagie a sus compañeros.
- Ignorar a los colegas: Nadie es superior a nadie. Por eso, es bueno cultivar la amistad con los compañeros de trabajo.
- Estar siempre a la defensiva: Actuar de esa forma muestra nuestra inseguridad. Hay que tener personalidad para las críticas.
- Posponer proyectos: Al no realizar el trabajo, se está dando a entender que no somos profesionales. Sea responsable.
- Escribir correos electrónicos agresivos: Esto desgasta la reputación que debe tener un profesional que quiere crecer.
- No hacer contribuciones de valor: Cuando demos una opinión, debe ser algo importante y no lo primero que venga a la mente.
- No ser puntual: Llegar tarde al centro de labores es una falta de respeto para con nuestros colegas y con nosotros mismos.
- Hablar más de la cuenta: Socializar está bien, pero caer en lo que se puede calificar de ‘chisme’, no. Hay que evitarlo”. Pucha, mi amigo tiene razón. La chamba hay que cuidarla como oro. Me voy, cuídense.
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