Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un bistec a lo pobre con arrocito, plátano frito y un huevito montado. Para calmar la sed pidió una jarrita con jugo de maracuyá. “María, entramos en la recta final del año y no debemos perder la perspectiva de terminar bien, con trabajo, salud y posibilidades de mejora. Sé que ha sido un periodo muy duro, con la economía retraída en los primeros meses, con la inseguridad galopante y un gobierno mediocre que no soluciona nada. Pero el peruano es resilente y se sobrepone a los golpes. Por eso no hay que dejar pasar la oportunidad de emprendimientos o ideas de negocio que ayuden a nuestro presupuesto familiar.
Siempre la cercanía de Navidad y Año Nuevo mueve la economía e impregna nuevos aires al país. Espero que esta vez sea así. Asimismo, para el 2025 debemos planificar qué haremos y hacer planes de contingencia. No siempre tendremos ese trabajo bien remunerado. O nuestro negocio será exitoso. Hay siempre circunstancias externas que pueden tirar para abajo nuestras expectativas, como por ejemplo un terremoto, una recesión o una convulsión social. Es bueno recordar lo que pasó cuando Pedro Castillo dejó el poder tras intentar un remedo de golpe de Estado. Especialmente el sur peruano se levantó reclamando por lo que consideraban injusto y esto ocasionó más de cuarenta muertos. Ojalá esto no vuelva a pasar, porque el país necesita más trabajo, más desarrollo y verdadera paz.
- Reflexionar sobre los logros y mostrar gratitud. Esto te puede servir de trampolín para afrontar mejor el 2025.
- Sé comprensivo con tus límites y, si no estás contento con el ahora, reflexiona sobre lo que puedes cambiar.
- Cuida tu salud. Come saludable, haz deporte y no hagas desarreglos, como beber excesivo licor o ingerir grasas.
- Tienes que ser realista. Por más que quieras realizar todas las actividades que surjan en este mes, evita la saturación. Acepta solo lo que puedes cumplir.
- No te pelees en las calles con nadie. Acaba bien el año”. Me voy, cuídense.
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