Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unas milanesas de pollo con arrocito blanco, rocotito molido y, para tomar, un refresco de cocona. “María, se acercan la Navidad y el Año Nuevo, y por eso la economía experimentará un impulso debido a que la gente gastará un poco más su platita.
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Ya sea en regalos, la cena de Nochebuena, ropa, por ahí una salida de casa, en fin. Por lo menos un panetón la gente compra. Todo esto, más los nuevos aires que hay en nuestra política, nos debe dar esperanzas de que la sitiuación económica mejorará. Así que los peruanos, que somos emprendedores y valientes, no podemos ‘dormirnos’, sino que hay que aprovechar para emprender un negocio, invertir en algo que nos dé ganancias.
Hay que trabajar de forma honesta, sin hacer daño a los demás. La mejor manera de progresar es ser cumplidos y responsables con nuestras obligaciones. Si te prestan dinero, paga. Los morosos se hacen de mala fama y al final no avanzan. Algunos consejos para encarar el trabajo con optimismo:
- No temas al fracaso. Hay veces que el fracaso es mucho más productivo que el éxito, pues nos enseña lo que necesitábamos aprender. Es importante analizar siempre lo que nos ocurre e intentar sacarle provecho.
- Mejora tu vida laboral y personal. Para lograrlo, no hagas siempre lo mismo, intenta nuevas cosas. Ser negativo es muy sencillo, es solo sentarse a quejarse, pero el optimista trabaja sin descanso y con buena energía.
- Si caes, levántate. Todos alguna vez hemos tropezado. Lo que diferencia a unos de otros es la velocidad con la que nos levantamos y seguimos adelante.
- Ser negativo es muy sencillo. Lo más cómodo. Pero ser optimista requiere de moverte, de pensar, de llenarte de buenas energías. Así que deja de sufrir por lo malo, y pon tu mejor cara y continúa.
- Si te muestras optimista te irá bien. Haz la prueba algunas semanas y verás que el cambio es radical. Menos estrés, menos ansiedad, menos cargas innecesarias, más tranquilidad, más posibilidad de reflexionar.
- No te preocupes. Cuando se te presenta un problema que tiene solución, no hay necesidad de angustiarse, pues la solución está en tus manos. Y si se trata de algo que no puedes solucionar, cálmate, no tiene sentido estresarse por algo que no puedes resolver.
- Cuando una puerta se cierra, una ventana se abre. Por eso es importante mantenerse atento y no dejarse nublar por el pesimismo. La reflexión y el análisis de la situación son las mejores armas de un optimista.
- Todos los viajes comienzan con un pequeño paso. No pretendas alcanzar la cumbre de la montaña de un día para otro, trabaja con ahínco para lograrlo, pero entiende que tomará su tiempo y que el recorrido también se puede disfrutar”. Qué buenos consejos para poner en práctica. Me voy, cuídense.
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