Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un escabeche de bonito con cebolla, papas sancochadas, arroz graneado, rocotito y una chicha morada fresquecita.
“María, todos somos, de una forma u otra, testigos de la violencia que vive el país. Los delincuentes asaltan y matan hasta a mujeres por un celular, y los criminales no dudan en acribillar a policías. Eso por el lado de la delincuencia. Pero la violencia está en las calles, en el mercado, el Metro, en los colegios. El miércoles vi en televisión una noticia en la que un veinteañero se baja de la camioneta de su padre, en La Molina, y agrede brutal y cobardemente a un hombre de 62 años, un veterinario que, además, era más bajo que él. El ‘valiente’ lo mandó al hospital y el señor tenía riesgo de perder un ojo. Es lo único que nos faltaba, que sinvergüenzas masacren a ancianos en la vía pública.
Este estado de crispación en el que mucha gente está, irá empeorando conforme nos acerquemos a las fiestas de fin de año. La gente anda más alterada y apurada, como si fueran ‘bombas de tiempo’ a punto de explotar. Los expertos dan algunos consejos para calmarnos y lograr vivir en paz con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea:
-Muéstrate pacífico. No es más valiente quien está dispuesto a insultar o pelear más rápido con quien creemos que nos agrede de alguna manera. Mantén la calma ante la provocación, cuenta hasta cinco, respira hondo y piensa que lo mejor siempre será el diálogo para resolver un conflicto.
-No grites, no insultes. Habla calmadamente con los demás. No faltes el respeto. Preocúpate por no ofender. No hagas daño a los demás porque si lo haces te puede regresar.
-Sé amable y ayuda a los demás. Practica la tolerancia, el perdón y la paciencia. Este es el mejor camino para encontrar la felicidad.
-Pasa unos momentos solo. Para que puedas reflexionar y ahuyentar los sentimientos negativos como la ira, el resentimiento, los celos. Tranquiliza tu mente.
-No dependas de la tecnología. No solo empobrece las relaciones humanas, pues estás más pendiente de los aparatos que de la gente que te rodea, sino que mucha gente anda en las calles concentrada en el celular y es presa más fácil de los delincuentes y hasta de sufrir accidentes.
-Practica la puntualidad. Con el caos vehicular, si sales con el tiempo justo para tu centro de estudios, el trabajo o algún otro compromiso, te estresarás por el temor a llegar tarde. Planifica mejor tu tiempo, sal con anticipación y podrás disfrutar o al menos no padecerás tanto tu viaje.
-Aléjate de las malas compañías. No solo de personas con conductas de riesgo, como delincuentes o viciosos, sino también de los pesimistas, de los que hablan mal de los demás”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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