Mi amigo Gary llegó por su pollo al horno con puré de papas, ensalada cocida, mayonesa y su jarrita de emoliente tibiecito. “María, todo triunfo requiere una cuota de sacrificio, a veces más, a veces menos. Se dan casos, incluso, en los que si encontramos más obstáculos, las satisfacciones son mayores. Afrontar la adversidad es algo más que un deseo o un propósito, es una necesidad, una obligación que para cumplirla debemos echar a andar el alma, el corazón y el cerebro.
Winston Churchill decía: ‘La cometa vuela más alto en contra del viento, no a su favor’. Y tenía razón. Muchas veces, todo está tranquilo y vamos bien, pero nos estancamos y dejamos que el tiempo pase sin asumir nuevos retos. Por eso, Albert Einstein hablaba de las crisis como ‘una bendición’, pues motivan el mayor esfuerzo y este trae consigo el progreso. El genio de la teoría de la relatividad decía que los grandes descubrimientos y estrategias surgen en la adversidad.
Un claro ejemplo se dio con la Segunda Guerra Mundial, que permitió el invento de la comida enlatada, la cinta adhesiva, el reloj pulsera, las máscaras antigás y el Walkie Talkie, que es como el abuelo del celular.
Veo a los paradeportistas con impedimentos que a cualquiera derrumbarían no solo física, sino también moralmente, pero que para ellos resultan como un resorte que los impulsa a luchar, competir y hasta ganar medallas. Me saco el sombrero ante estos jóvenes.
¡Sí se puede! Es la frase que aplicó Freddy Ternero, entrenador del Cienciano, para lograr grandes campeonatos. La fuerza mental es fundamental.
Atrévete al cambio. La adversidad es una gran oportunidad para inspirarse o llevar a la acción una idea que siempre se tuvo en mente.
Ser agradecidos con lo tenemos. Muchos no tienen salud, casa, trabajo, comida o ropa, pero luchan y consiguen todo, incluso empezando de cero.
Mirar siempre para adelante. Cada tropezón o fracaso es enseñanza, una lección. Pensar en el futuro con optimismo.
Dile no a los vicios. No solo al alcohol y las drogas, sino también al ocio, la abulia y la modorra. Todo progreso o éxito requiere de disciplina, un conjunto de reglas cuyo cumplimiento precisa de integridad física y mental.
Busca ayuda profesional. El conocimiento y la experiencia de otros es importante. Cuando luchamos contra una enfermedad necesitamos a un médico, si queremos crear una empresa, a asesores que nos guíen”. Tiene razón, mi amigo Gary. Por eso dicen que ‘el golpe enseña’. Me voy, cuídense.