
Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un sabroso estofado de pollo con presa grande, papita amarilla, ajicito molido y su jarra con cebada calientita para combatir el frío. “María, los peruanos vivimos estresados, estoy seguro que si hago una encuesta, de cada cien personas, noventa y nueve están con angustia y no pueden ni dormir por la delincuencia y falta de dinero. Pero somos gente trabajadora que se levanta de las caídas y acá tiene mucho que ver la actitud, cómo enfrentamos a las adversidades.
Cuidar la salud, en cuerpo y mente, es fundamental, pero las descuidamos por estar metidos en el trabajo. Siempre es oportuno hacer una pausa, meditar y ver el futuro con optimismo. Pronto saldremos de estos males que nos agobian. Algunos consejos:
- EMPIECE el día agradecido por la vida. Respire profundo y si es creyente, eleve una oración a Dios.
- DÉ los buenos días a los que viven con usted. Abrácelos, verá que el día se va pintando más bonito.
- DESAYUNE siempre, equilibrado (algún lácteo, fruta y cereal) y en lo posible que sea juntos, en familia.
- SALUDE al tener contacto con alguna persona. No se desanime si no le responden. Su educación y cortesía recargarán su energía.
- PROCURE mantener una sonrisa, incluso para usted.
- QUE su almuerzo tenga siempre una porción de ensalada.
- CUIDE su hígado y su corazón. No exceda el consumo de grasas ni de sal, tampoco tabaco o licor. Cambie los antojos por frutos secos y aléjese de la ‘comida chatarra’.
- PACIENCIA. Hay situaciones que alteran los ánimos, pero ni la cólera ni las reacciones por puro impulso son buenas consejeras.
- REVISE y programe un chequeo médico. Tal vez ya toca.
- ESCUCHE a sus hijos, bromeen. A veces parece muy difícil, pero hay formas de ‘conectar’ con ellos.
- DESCANSE, duerma las horas necesarias para reponer energías, estar más activo y saludable”.
Gary tiene razón. Son sencillos hábitos para estar bien. Me voy, cuídense.








