El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su plato grande de olluquito con carne de chancho, charqui, arroz blanco graneadito y su camote sancochado. Y para tomar, pidió una jarrita de chicha morada heladita.
“María, llegué temprano al diario y me encontré con el legendario periodista de Policiales, ‘El Sonámbulo’. Estaba preparando una charla porque iban a llegar los estudiantes de Periodismo, encabezados por la ‘Chica guapita de lentes’ y el ‘Gordito preguntón’. ‘Gary, el sicariato crece imparable en el país. Inclusive, como se vio en un reportaje de ‘Panorama’, utilizan a menores de edad, quienes cuentan como si fuera un juego cómo matan a un infortunado taxista.
En otras partes del mundo también los artistas han sufrido atentados como el del salsero colombiano Jean Barrios, el ‘Samurái de la salsa’, ocurrido la madrugada del domingo, en Breña. El cantante salía de una salsoteca donde se había presentado con otros grupos. Este atentado me hizo ingresar a los archivos donde se registran historias sangrientas de cantantes que murieron acribillados. Como el recordado colombiano ‘Piper Pimienta’, que inmortalizara ‘Las caleñas son como las flores’, con los Latin Brothers.
Pistoleros en moto lo acribillaron en el jardín de su casa, en Cali, en 1998. Se dijo que lo mandaron matar porque le habría ganado una demanda a un empresario por el pago por sus presentaciones, aunque no se descartó un lío de faldas.
El cantautor, filósofo y showman argentino Facundo Cabral, autor del clásico tema ‘No soy de aquí, ni soy de allá’, fue acribillado en Guatemala por una terrible equivocación de sus asesinos. Ese día se encontraba en compañía del empresario Henry Fariña, un individuo vinculado a negocios turbios del narcotráfico.
Los atacantes lo confundieron con él y lo acribillaron, privando así al mundo de un artista excepcional, comprometido profundamente con los destinos de América Latina. El excelente rapero norteamericano Tupac Shakur, considerado por la revista ‘Rolling Stone’ como el mejor de todos los tiempos, en 1996 fue acribillado en Las Vegas. Se dijo que otro rapero famoso, Biggie Smalls, habría conspirado en su muerte junto con un muchacho al que Tupac y sus amigos le dieron una paliza.
También está el caso de la cantante Selena Quintanilla, quien fue asesinada por la presidenta de su club de fans y administradora de sus negocios cuando solo tenía 23 años. Selena era conocida como la Madonna mexicana”. Pucha, en verdad, la inseguridad ciudadana es el cáncer de nuestra sociedad. Me voy triste, cuídense.