Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un estofado de res con arroz blanco y papita amarilla. Para calmar la sed, se pidió una jarrita con agua de manzana. “María, en octubre todos los años sale la procesión del Señor de los Milagros, pero esta vez por la pandemia será diferente.
Me llamó la atención ver hace unos días a decenas de fieles en la puerta de Las Nazarenas rogando que se acabe el coronavirus. El pueblo peruano es mayoritariamente cristiano y ha convertido esta procesión en ‘la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo’.
Es que cientos de miles de fieles peruanos y extranjeros, incluso llegados desde países tan lejanos como Australia o Japón, asistían todos los años. Y pensar que la sagrada imagen del Hijo de Dios fue pintada por un devoto esclavo angoleño llamado Pedro Dalcón o Benito a mediados del siglo XVII.
Dalcón no tenía estudios de pintura, ni contaba con los mejores elementos para hacer su obra, pero le sobraba fe. La imagen la pintó en una casa del barrio de Pachacamilla, hoy llamado jirón Huancavelica. Pocos años después, en 1655, se produjo un violento terremoto que destruyó gran parte de Lima y el Callao. Antiguas casas, templos y hasta mansiones quedaron en escombros.
Lo mismo pasó con la vieja casa que albergaba la imagen de Cristo, pero el débil muro de adobe donde fue pintado el Señor no sufrió ni una rajadura. Ese fue el primer milagro.
En 1687, otro terrible terremoto arrasó gran parte de Lima y Callao. Pero otra vez la imagen de Cristo quedó intacta. La ermita que había sido edificada en su honor también quedó hecha pedazos. Este nuevo milagro decidió a los fieles a que se mande pintar en un lienzo una réplica exacta al óleo de la sagrada imagen del muro, para que sea paseada en andas por la ciudad.
Fue la primera procesión del Señor de los Milagros, también llamado en esa época Señor de las Maravillas por sus numerosos milagros. Ese lienzo de 1687 fue restaurado en 1991 por expertos del Museo Pedro de Osma. El Cristo Moreno, llamado así porque al principio la gran mayoría de sus fieles eran esclavos de raza negra, tiene creyentes en todo el Perú y gran parte del mundo.
En Lima no hay distrito que no tenga su propia hermandad del Señor de los Milagros. También hay hermandades del Señor de los Milagros en Argentina, Venezuela, Colombia, México, Ecuador, Estados Unidos, Japón, España, Suiza y muchos lugares más.
Que este mes de octubre sirva para unir un poco más a la familia, para que los padres den más amor, tiempo y comprensión a sus hijos. El Señor de los Milagros siempre estará presente, ahora de manera virtual”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.