Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un espectacular caldo de gallina con presa grande, papita amarilla, dos huevos, limón y ajicito molido. Después se tomó una jarra con agüita de anís para la buena digestión.
“María, no hay duda de que esta Navidad será muy diferente por todo lo que estamos viviendo con esta terrible pandemia. La noticia de que aún no hemos cerrado nada oficial con ningún laboratorio por la vacuna ha sido un golpe muy duro para el ánimo de la población, pero con mucha mayor razón es momento de cuidarnos y proteger al máximo a nuestras familias.
Me parece genial la frase: ‘Esta Navidad regala salud’. Más allá de las celebraciones, la paz, el amor, la esperanza, la alegría y los buenos deseos, hay otros sentimientos que deben ser recuperados: el perdón y la reconciliación.
En toda familia o sociedad es común que haya problemas causados por diferencias de criterio, malentendidos y también errores o faltas de alguna persona en perjuicio de otra. A veces también nos equivocamos o cometemos una mala acción, pero debemos tener la hidalguía de aceptarlo y estar dispuestos a la enmienda.
Esta fecha es propicia para ofrecer disculpas o darlas, según sea el caso, pero luego ya no pensar más en los problemas, sino solo en lo positivo que tiene la Navidad.
Muchas veces el ajetreo de las compras, los gastos o el esfuerzo que hacemos por dar más de lo que podemos, nos deja agotados y terminamos entorpeciendo el espíritu navideño. Aquí te dejo algunos tips para pasar una bonita Nochebuena en familia.
- Valora las pequeñas cosas. El dinero y el poder no lo son todo. Las cosas sencillas, que parecen insignificantes, son las que verdaderamente tienen valor. Un beso, un gesto o un regalo humilde, pero dado con el corazón.
- Habla con tus hijos. Estas fechas son ideales para reencontrarse con uno mismo y con los demás, incluso quienes viven con nosotros, pero que parecen estar lejos. Es una excelente ocasión para hablarles sobre el coronavirus y el valor de la salud.
- Prepárate, anticipa, prevé. No dejes todo para última hora, ni para mañana lo que puedes hacer hoy. Ten mucho cuidado si vas a salir a hacer compras, protégete.
- Deja atrás los resentimientos y malentendidos. Es importante dar las gracias y enseñar a nuestros hijos a que las den, por todo lo que recibimos, por la vida, por el amor, por la comida, por el placer de convivir y estar juntos.
- Da ejemplo de bondad y solidaridad. Enséñales a tus hijos a dar, a compartir y a reconocer que existen personas que no cuentan con las mismas condiciones de vida que ellos”. Tiene razón mi amigo Gary. Qué linda es la Navidad. Me voy, cuídense.