Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por sus lentejitas con arroz graneadito y su cojinova frita encima. Para bajar la grasita, una taza de cebada con bastante limón. “María, llegué a la Redacción tempranito y me encontré con el mítico periodista de Policiales, ‘El Sonámbulo’. Él siempre trabajó en el horario de madrugada. ‘A esas horas -me dice-, hasta los perritos que en la mañana te mueven la cola, se convierten en jaurías y te persiguen para despedazarte. En esas horas mujeres y hombres parecen transformarse en máquinas de matar. Hay asaltos, ajustes de cuentas, agresiones y violaciones. He visto correr ríos de sangre’.
Por eso, no toma vino tinto ni come gelatina de fresa. ‘El Sonámbulo’ es un maestro, pero lo noté muy preocupado: ‘Gary, tú sabes que soy un periodista con más de treinta y cinco años corriendo la calle. He estado en las zonas más maleadas y cubriendo los más espeluznantes casos. Pero nunca, en todos mis años de periodista policial, he visto el grado de violencia y de bestialidad que se ve en nuestras calles hoy en día, pese a que, supuestamente, nuestra sociedad se ha modernizado.
Tenemos Tren Eléctrico, Metropolitano, corredores viales, taxis con aplicativo, nos comunicamos con smartphone, pero por otro lado hemos caído en la peor barbarie. Salvajes que asaltan a una viejita en su casa y la violan después de golpearla brutalmente, ladrones miserables que por robar una billetera te ‘cogotean’ haciéndote el ‘mata león’ y te rompen la tráquea.
‘Raqueteros’ que matan a sangre fría por robar un celular o una cartera. Hombres despechados que no aceptan un abandono o rechazo y asesinan a su pareja e hijos. Sicarios que matan a madres que van a dejar a sus niñitos al colegio. Y puedo seguir. Detrás de la modernidad, hay un mundo salvaje, sádico, ultraviolento. Y eso se contagia.
Manejar o ir en transporte público da miedo, los conductores ya no te insultan, ahora salen con fierro, palo y hasta te sacan pistola ante una simple discusión de tránsito. ¡¡Hay que hacer algo!!
Definitivamente faltan policías. No hay servicio de inteligencia. La policía llega cuando ya se consumaron los hechos. Deberían ampliar y potenciar el grupo ‘Terna’, este equipo debe infiltrarse no solo entre los consumidores de drogas, sino también en bandas criminales.
Ese trabajo que antes realizaba la recordada Policía de Investigaciones del Perú (PIP), la del famoso ‘Mayor Gamboa’, que interpretó extraordinariamente Eduardo Cesti’. Como un periodista añejo y curtido de Policiales, ‘El Sonámbulo’ ve que la situación está como un volcán, a punto de estallar”. Pucha, si ‘El Sonámbulo’ lo dice, es por algo. Me voy preocupada. Cuídense.