Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante y se llevó un lomito saltado jugoso con arrocito blanco, papas fritas crocantes, perejil picado y rocotito molido.
“María, la semana pasada una madre denunció que un policía había disparado y matado a su hija, una joven estudiante de derecho, cuando estaba en el carro de su enamorado, en San Juan de Lurigancho. Daba pena la señora porque una muerte así es dolorosa, realmente una tragedia. Pero lo que llamó la atención de los investigadores y periodistas es que el novio de la chica, quien intentó darse a la fuga, resultó ser un tipo que contaba con antecedentes por tráfico de drogas, robo agravado, tenencia ilegal de armas y otros delitos. ¿Cómo así una chica universitaria se vincula con un delincuente de esa calaña?
Hoy más que nunca, los padres tenemos la obligación de guiar y proteger a nuestros hijos. Y los chicos, así hayan cumplido la mayoría de edad, deben tener la inteligencia para escuchar sus consejos y elegir el camino correcto. Estudiar y trabajar de manera honrada para alcanzar el éxito en la vida. A continuación, algunos consejos valiosos:
- Los padres deben tener un diálogo permanente con sus hijos, siempre respetuoso, en el que ambas partes hablen y sean escuchadas. Esto dará confianza a los muchachos para contar lo que les pasa.
- Los hijos inteligentes escuchan a sus papás. Es común que adolescentes y jóvenes los ignoren con frases como ‘papá, eso era en tus tiempos, ahora las cosas son distintas’. Los jóvenes tienden a creer que las cosas malas solo les pasan a otros y no a ellos. Terrible error que puede costarles muy caro.
- Los muchachos deben elegir bien a sus amistades. Alejarse de las personas con comportamiento riesgoso (los que beben licor todas las semanas, se drogan, son violentos, frecuentan personas y lugares riesgosos...) y elegir a gente positiva, que estudia, se dedica a algún deporte y piensa en superarse de forma honesta.
- Se debe evitar consumir licor en exceso, pues altera la conducta, permitiendo actos de riesgo. Así, personas ebrias pueden ser violentas, involucrarse en peleas, tener sexo con cualquiera y sin protección, lo que podría causar embarazos no deseados y enfermedades incurables. Las personas maduras y con equilibrio emocional no necesitan embriagarse para divertirse. Mucho menos consumir drogas como cocaína, éxtasis y otras”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.