Mente sana en cuerpo sano

Mi amigo, el fotógrafo Gary, me llamó por teléfono para preguntarme cuándo abriré mi restaurante. Le dije que lo haré en estos días, porque estoy terminando de adecuar el negocio a las nuevas medidas sanitarias que exige el Gobierno para que nadie se contagie.

“María, apúrate en abrir, porque extraño tus frijoles con seco de res, arrocito graneado y esa chicha morada tan rica que haces. Desde ayer más gente comenzó a salir a trabajar y hacer compras. Pero a la mayoría se le ve tensa, preocupada, y no es para menos por la difícil situación que todos vivimos. Por eso, creo que ahora es más importante que nunca buscar la forma de sacarse el estrés, de cuidar la salud, y una forma efectiva de lograrlo es hacer ejercicios físicos. Sus beneficios son increíbles:

• Correr, caminar, bailar, nadar, pedalear y otras actividades aeróbicas que necesitan de más oxígeno favorecen al sistema cardiovascular, disminuyen la presión sanguínea y mejoran la circulación. Todo esto reduce el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
• Aumenta la oxigenación, tono, fuerza y volumen de los músculos. En los tendones y ligamentos, favorece la flexibilidad y la fuerza.
• Fortalece los huesos. En los niños puede aumentar la densidad ósea, en los adolescentes los fortalece y en los adultos retrasa la degeneración. Incluso, puede prevenir la osteoporosis.
• Bueno para prevenir el cáncer de colon, pues acelera el paso de los desechos por los intestinos. Además, puede ayudar a evitar el cáncer de mama y de próstata, pues el ejercicio regula los niveles hormonales.
• Cuando se hacen ejercicios el sistema inmune se acelera de manera temporal, aumentando así su capacidad y defensas del organismo.
• Ayuda a mantener un nivel saludable de azúcar en la sangre, lo que es muy bueno para controlar el peso y evitar el riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
• Muy bueno para mejorar la calidad del sueño. El descanso es más reparador y profundo, lo que estimula la concentración en el día, aumentando la productividad. Como si fuera poco, mejora el estado de ánimo.
• Mejora la salud mental, reduce la ansiedad, el estrés y hasta las fobias y ataques de pánico. Son un excelente apoyo en el tratamiento contra la depresión, pero sin los efectos secundarios de los medicamentos.
• Excelente para mantener el peso ideal, pues al quemar calorías se puede lograr un equilibrio de energía.
• Va más oxígeno al cerebro, con lo que la capacidad de aprendizaje, concentración, memoria y estado de alerta pueden mejorar de forma notable”. ¡Qué buenos consejos da Gary! Y todo eso se puede lograr con solo hacer media hora de ejercicios al día. Me voy, cuídense.