Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante para llevarse un chaufita de mariscos con rocoto y, para tomar, un agüita de anís al tiempo. “María, es triste ver los escándalos que protagonizan ciertas ‘modelitos’ y peloteros, quienes sin sonrojarse ventilan por televisión los aspectos más turbios de sus vidas. También están las que tienen como única meta vivir de los hombres para viajar, comprar joyas y divertirse, para lo que están dispuestas a todo. Pero esas personas son las menos.
La juventud peruana estudia y trabaja de manera decente. Ejemplos hay muchos, como el de la joven trujillana Diana Zavala, cuya historia salió publicada en Trome. Desde niña soñó con dedicarse a la música y, pese a que sus padres se negaban porque temían que no le vaya bien, ella peleó por sus sueños. Así que ingresó al conservatorio de su región y luego logró una beca para llevar una maestría en musicoterapia en la Universidad de Barcelona, una de las más prestigiosas de Europa, donde se graduó con honores. Ella creía que la música tiene poderes que van más allá del entretenimiento, así que decidió combinarla con la medicina.
Volvió al Perú hace unos meses y creó su propio emprendimiento con el objetivo de dar terapias a personas con autismo, síndrome de Down, limitaciones físicas y hasta a niños con problemas de conducta e hiperactividad. Diana estudió y hoy trabaja de forma honrada, dando además un valioso servicio a la sociedad. Esa es la juventud peruana. Por eso es primordial que el Estado y los mismos padres apoyen a los niños y jóvenes. Algunos consejos de los expertos:
- Involúcrese en la educación de su hijo. No basta con matricularlo. Los niños y adolescentes logran mejor desempeño académico cuando sus padres los apoyan. Conozca a sus profesores, asista a las reuniones de padres de familia para enterarse de los problemas que pudiera tener.
- Manténgase al tanto. Del calendario escolar, los eventos de la escuela, las fechas de evaluaciones, sus notas, los horarios de los deportes y otras actividades extracurriculares.
- Apóyelo en el hogar. Si su hijo planea ingresar a la universidad, es bueno que en la secundaria, además de los estudios del colegio, se vaya preparando para el examen de admisión. Bríndele un lugar adecuado para estudiar, sin distracciones como la radio o el televisor.
- Ocúpese de su alimentación. Dele un buen desayuno para comenzar el día. El almuerzo y la cena también son importantes. Vea que duerma las horas suficientes.
- Enséñele a organizarse. Esto es fundamental para que logre sus metas en la vida. Debe tener un horario y respetarlo. De lo contrario no le irá bien.
- Converse con él. Dele su apoyo, escuche sus inquietudes, temores, expectativas y sueños. Guíelo con amor, respeto y paciencia”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.