Mis amigos periodistas, el fotógrafo Gary y el redactor ‘Barney’, llegaron para contarme las últimas. “María, ayer no te terminamos de contar la historia del ‘Clan Calígula’ que nos relató el famoso ‘Sonámbulo’...
‘Coleguitas, hay un personaje que logró salir con vida, porque la mayoría murió de manera violenta: Luis Mannarelli Rachitoff, quien posteriormente purgó prisión por diversos delitos. Cuentan que ya en esos años, a fines de los 80 y comienzos de los 90, era inseparable de Fernando de Romaña Azalde, ‘Calígula’, y Julio César Domínguez, ‘Chato’. No solo eran los ‘bacanes’ de las mejores discotecas miraflorinas y las fiestas en las playas del sur, sino que, según la policía, también vendían cocaína a los viciosos de ese mundillo donde abundaban las chicas lindas. El Sonámbulo bebió su taza de café bien negro y prosiguió.
‘Ellos eran seductores con las mujeres. Andaban en modernos autos, motos, y usaban las mejores ropas de marca. Según las investigaciones policiales, no solo vendían drogas, sino que se dedicaban a seducir jovencitas y también mujeres casadas a las que grababan teniendo relaciones sexuales para luego extorsionarlas. Cuando el 13 de febrero de 1992 fueron hallados asesinados a balazos, uno en un paraje del kilómetro 17 de la carretera a Cieneguilla y el otro dentro de su auto en Monterrico, los detectives no se sorprendieron mucho.
En esos días se decía con insistencia que se trató de un ajuste de cuentas del narcotráfico, y hasta que eran extorsionados por efectivos de la policía. Pero también se hablaba de la venganza de algún marido engañado, cuya mujer había sido víctima del ‘Clan’, o la justicia tomada por propia mano de un general de la policía en defensa de su hija burlada. Ellos acudían a las discotecas de moda de la época: ‘Sexes’ en San Isidro, ‘Keops’, ‘Themes’, frecuentadas por ‘chicos bien’.
Allí los del ‘Clan’ vendían droga al menudeo y luego, según la policía, comenzaron a ‘mover’ grandes cantidades. De ahí un registro migratorio inusual para jovencitos que no tenían un trabajo conocido: Estados Unidos, Brasil, Italia. Las investigaciones apuntaban a De Romaña, Domínguez, Horacio Puccio y, sobre todo, Alejandro Gonzales Ramírez, ‘Jano’. A este último lo culparon de las muertes de los jóvenes por un ‘cierre’ de droga por 15 mil dólares.
Las sospechas cayeron sobre ‘Jano’ porque llegó a la casa de ‘Calígula’ al día siguiente y le dijo a su hermana y a su madre: ‘Voy a buscar unas agendas’ y se llevó unas libretas y unos videos. Han pasado 28 años y hasta ahora nadie sabe quién mató a ‘Calígula’ y al ‘Chato’. Solo ‘Jano’ fue a prisión por sus muertes, pero a los meses salió debido a falta de pruebas. Fue un crimen perfecto, ‘El ángel vengador’ nunca fue identificado'”. Pucha, ese señor Sonámbulo ha cubierto grandes casos policiales. Me voy, cuídense.