El Chato Matta llegó al restaurante por un sabroso estofado de pollo, parte pierna, con arroz blanco, papita amarilla y ajicito molido. Para bajar la grasita se pidió una taza grande de manzanilla calientita. “María, el viernes pasado fui testigo de un reencuentro bravo en el búnker de Pancholón, donde se apareció después de mucho tiempo el famoso doctor Chotillo. Se mandaron algunos ‘pullazos con veneno’, parecía que estaban en el debate presidencial. Pancho dijo: Un grande la salsa, Willie Colón, está malito y hay que rendirle homenaje. Pusieron a todo volumen ‘Idilio’: /Que a besos yo te levante al rayar el día/ y que el idilio perdure siempre al llegar la noche/ Y cuando venga la aurora llena de goce/ Se fundan en una sola tu alma y la mía/ Que a besos yo te levante al rayar el díaaaaa…
CHOTILLO: Pancho, tu época ya fue, estás viejo y acabado. Ese personal que caminaba contigo ya te tiró la toalla. Te paran balón solo si no tienen otro ‘punto’. Tu nivel es un ron barato, privaditos misios y 20 soles para el taxi. Yo hago encerronas con la gente del ‘Rey de los casinos’ en playas privadas, allí no llega la policía...
PANCHOLÓN: Chotillo, pensé que tenías calle. Caminaste a mi lado muchos años y no aprendiste nada. Lo tuyo es billetera y punto. No te veo ningún mérito porque pagas por caricias falsas. El verdadero tramposo gana invirtiendo lo justo. Por mis ojos de color ámbar, las chicas me alucinan como Luis Miguel y en las redes hay una club de fans llamado ‘Las Pancholovers’. Este cuerpecito es natural y lo disfrutan las ‘caminantes’.
CHOTILLO: Gordito, el trago barato te está haciendo daño al cerebro. Te veo todo aguado, viejo, cansado y en sandalias. No seas malo. No estás a mi nivel.
PANCHOLÓN: Doctorcito, todo se sabe. De qué te sirve llevarlas a hoteles cinco estrellas, si a la hora de la verdad eres más rápido que Usain Bolt, nunca has dejado huella. Como varón, eres un chiste, un patán.
CHOTILLO: Pancho, soy médico y en la vida todo tiene su final, como diría el gran Héctor Lavoe. Ya no estás para hacerla ni madrugar. Te recomiendo que vayas donde el doctor Tejada y te haga tu prueba de la próstata, porque te veo sufrir para orinar apenas te metes un trago.
PANCHOLÓN: Chotillo, en tu cara se ven todos tus traumas. Me da pena que a tus más de 40 años ninguna mujer te haya amado con sinceridad. A ti te besan y con un ojo abierto están mirando tu billetera. A mi me disfrutan.
CHOTILLO: Me doy cuenta de que tu autoestima está por las nubes, pero tu realidad es otra. Te escucho y me gustaría conocer a todas esas loquitas que te hacen caso, deben ser taco 5 para abajo y fijo que tienen un familiar en ‘cana’.
PANCHOLÓN: Chotillo, el problema tuyo es que eres largador y malo con tu boca, y esa gente doble cara no corre. Si te veo con una flaca, te voy a partir...”. Asu, la conversación no acabó tan bien. Me voy, cuídense.