Mi amigo, el fotógrafo Gary, trabajó ayer domingo desde tempranito y llegó con hambre al restaurante. Se pidió un asado de cordero con arrocito blanco, ensalada fresca y ajicito molido. Para tomar, una jarra de chicha morada.
“María, francamente me causó indignación y repugnancia ver un reportaje en televisión sobre un tipo conocido como ‘Cuevita’, por su parecido físico al jugador de la selección, quien fue detenido por la policía acusado de tocamientos indebidos a menores de edad.
El detenido niega los hechos, pero las pruebas dicen lo contrario. Si es culpable, que reciba el máximo castigo posible. Los padres deben estar siempre alertas porque los ‘monstruos’ usan diversas estrategias para captar a los niños y aunque no se puede generalizar su accionar, su personalidad tiene un perfil.
Suelen ser retraídos, tienen problemas con su sexualidad y dificultad para interactuar con adultos, por lo que buscan personas más vulnerables, como los menores de edad, y con frecuencia prefieren a los que se encuentran en estado de abandono.
Ningún menor debería quedarse solo. Tampoco se debe cometer el error de enviar a pequeños de 3, 4 o 5 años a comprar solitos a la tienda, aunque sea en la misma cuadra. Un momento de descuido puede ser suficiente para ponerlos en peligro y desencadenar una tragedia que les puede desgraciar la vida. Aquí algunos consejos:
- No los deje jugando solos, ni en la puerta de la casa, sin supervisión de un adulto responsable.
- No los envíe solos a comprar ni a llevar encargos. No se confíe de que ‘está cerca’ o ‘mi vecina lo conoce’.
- Enséñele a reconocer su cuerpo y que nadie puede tocarlo sin que mamá o papá estén presentes.
- Mucho cuidado también con los niños que ahora usan más Internet y redes sociales. Los enfermos se crean perfiles falsos para contactar, averiguar dónde y con quién vive el menor, a qué colegio va, a dónde sale a jugar o qué sitios frecuenta.
- Que no publique datos personales (teléfono, correo electrónico, actividades, gustos) en redes sociales.
- Preste atención a sus hijos, conozca con quiénes se relaciona y siempre escúchelos”. Gary tiene razón. Toda precaución es poca cuando se trata de cuidar a nuestros hijos, que son nuestro tesoro. Me voy, cuídense.