Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una chuleta de chanchito frita con papas doradas, arroz blanco, ensalada, rocotito y, para la sed, un refresco de maracuyá fresquecito. “María, la epidemia del causa pánico en el mundo, pues ha matado a más de tres mil personas, la mayoría en China, y hasta el momento no se encuentra una cura. Además, es altamente contagiosa. En el gigante asiático millones de personas son aisladas para evitar que el mal se siga propagando, y en Europa se han cerrado colegios, museos, además de cancelarse conciertos y hasta la grabación de películas, como ‘Misión Imposible 7’, protagonizada por Tom Cruise, en Venecia, Italia.

En Argentina, Brasil, Ecuador, Chile y otros países del continente ya hay casos oficialmente registrados, así que es cuestión de tiempo que aparezca algún enfermo dentro de nuestras fronteras. Los especialistas señalan algunos mitos sobre el coronavirus en los que no se deben creer, y dan consejos para no contagiarse.

MITOS:

Los secadores de manos matan al virus.

Las lámparas UV pueden acabar con el coronavirus, por lo que deben ser usadas para esterilizar manos.

Los escáneres térmicos de los aeropuertos detectan a personas con dicho mal.

Rociar cloro o alcohol por todo el cuerpo puede eliminar el microbio.

Un paquete o carta proveniente de China puede contagiar el mal.

Las vacunas contra la neumonía protegen contra la infección.

Enjuagarse frecuentemente la nariz con soluciones salinas puede prevenir el contagio.

Comer ajo protege contra el virus.

Desinfectar la casa con aceite de ajonjolí impedirá el ingreso de la enfermedad.

El coronavirus solo afecta a las personas mayores y a las más jóvenes.

Los antibióticos son efectivos para la prevención.

Las mascarillas pueden protegerte del contagio.

VERDADES:

La manera más efectiva para no contraer el mal es lavarse las manos frecuentemente y secarlas completamente con papel toalla o un secador de aire.

Los virus no sobreviven por mucho tiempo en los objetos. Necesitan ingresar a un ser vivo.

Ninguna vacuna puede brindar protección, pues aún no existe una contra este virus.

Desinfectantes químicos hechos a base de cloro, ya sea solventes, etanol al 75%, ácido peracético y cloroformo pueden matar al microbio en las superficies.

El coronavirus puede infectar a personas de todas las edades.

Las mascarillas no garantizan que se impida la propagación, pues al moverlas para acomodarlas o comer entra el aire y se vuelven inútiles”. ¡Todo esto es increíble! Me voy, cuídense.

Contenido sugerido

Contenido GEC