El fotógrafo Gary se apareció en el restaurante por un estofadito de pollo, parte pierna, con papita amarilla, arrocito blanco y rocoto molido. Para calmar la sed, se pidió una limonada con poca azúcar. “María, llegó a buscarme el veterano periodista de Política, ‘Cigarrito’, fumando sus Hamilton uno tras otro. ‘Gary, acabo de llegar de la selva. Me fui a las afueras de la casa de Alan García para olfatear y ver a algunos conocidos de mis épocas, pero en verdad ya no conocía a nadie.
Los ‘tigres’ de Política de mis tiempos creo que ya se jubilaron o están detrás de cámaras en la ‘tele’. Pero vi algo alucinante. Hasta los chicos de prensa escrita mandan sus notas desde sus tablets o del mismo smartphone, ya ni las escriben en la Redacción. Los fotógrafos igualito. Mandan las fotos por el celular a la mesa de edición.
No pude evitar recordar cómo trabajábamos, a inicios de 1990, en aquel periódico que ahora yace en el cementerio de papel. Justo en ese momento se daba ese paso increíble, de la máquina de escribir a la computadora. Recuerdo que los periodistas antiguos se negaron a llevar el obligado curso de computación.
‘Ya estamos viejos para que nos obliguen a ir a una escuelita’, decían algunos ‘pesos pesados’. Los tíos pensaban que así iban a estar siempre, pero a los meses los que se negaron a integrarse a la modernidad, fueron obligados a jubilarse. Fui de la última generación de periodistas que llegábamos a la comisión con la libretita y el lapicero.
La grabadora la usábamos para las entrevistas, pues en el Congreso los diputados se mandaban con denuncias gravísimas y, si no lo grababas, después de publicada la nota, podrían decir ‘yo no declaré eso’, lavándose las manos. Hoy todo es distinto. Los chicos de prensa no solo graban, sino filman a través de sus celulares, para que sus notas también salgan en la página web.
Yo nunca diré que todo tiempo pasado fue mejor, ni tampoco que la revolución tecnológica de hoy le hace daño al periodismo ‘clásico’. Lo que yo sostengo es que solo son ‘tiempos diferentes’. Hoy, mucho se obtiene gracias al Google. Antes, los periodistas teníamos un Google, pero en el cerebro. Había algunos que eran como una máquina de almacenar datos.
El recordado Daniel Peredo era increíble en Deportes, hasta se sabía alineaciones de equipos de Segunda División de hace veinte años. El siempre extrañado Christian Vallejo era un oráculo en temas de política y realidad social. La verdad, creo, que toda modernización es bienvenida y quienes salen ganando son los lectores.
Lo que nunca deben perder los hombres de prensa de hoy es lo que tenían los periodista de ayer, como Raúl Villarán, Alfonso Tealdo, Humberto Martínez Morosini, ‘Pocho’ Rospigliosi, Guillermo Thorndike, ‘Sofocleto’, Guido Monteverde o Enrique Zileri, que es la pasión y la entrega total en este oficio, y eso no puede reemplazarlo una máquina”. Pucha, ese señor ‘Cigarrito’ es un gran periodista, lástima que no guardó pan para mayo. Me voy, cuídense.