Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un shambar trujillano para empezar la semana, estofado de pollo con lentejas y, para tomar, cebadita. “María, hoy empieza el invierno y según el Senamhi las temperaturas pueden bajar hasta los 6 grados en Lima, igualito que en la sierra. El clima ha ido cambiando en los últimos años. Eso es consecuencia del cambio climático. Se está llegando a límites que no se conocían desde hace 55 años. En el caso de la capital, el frío se une a la fuerte humedad. En zonas como Ticlio Chico, en Villa María del Triunfo, prácticamente se respira agua. Los más perjudicados van a ser los niños y los ancianos. Ninguna casa de Lima está preparada para climas extremos. Ese gran cinturón de pobreza que son los conos nos muestran viviendas de madera y techos de calamina, por donde se cuela el viento helado. Yo creo que el Gobierno debería declarar la emergencia en ese rubro. Y armar un plan para mitigar los efectos de este fenómeno climático. Y prepararse en los hospitales para la gran cantidad de casos de broncopulmonías y resfríos que van a haber. El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, en lugar de estar haciendo proselitismo político y regalando la plata en cosas que no se necesitan, ya debería estar armando un plan para apoyar a las familias pobres.
Contenido sugerido
Contenido GEC