El fotógrafo Gary contó la relación amical entre el famoso 'Saravá' y el periodista Malcom Mendocha.
Seño María

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un ají de gallina con aceitunas negras, huevito duro, perejil picado, rocotito y, para la sed, una manzanilla tibiecita.

“María, llegó a la Redacción mi amigo, el gran periodista y marketero ayacuchano Malcom Mendocha, quien como siempre estaba elegantemente vestido y bien peinadito. ‘Gary -me contó- en el avant premier de la película ‘Utopía’ me reencontré con Pilar Villarán, esposa de mi entrañable amigo Luis Delgado Aparicio Porta, quienes perdieron a su adorada hija Verónica, una linda joven, en la exclusiva discoteca. Y recordé al mítico ‘Doctor Saravá’.

Como promotor de Sono Radio, el gerente Jaime Delgado Aparicio, prodigioso músico de jazz, me invocó: ‘Apoya a mi querido hermano y que trascienda con su programa ‘Maestra Vida’, en Canal 9’. Lucho, luciendo una gruesa cadena de oro en su pecho, me abrazó muy feliz. Y tarareó el vals ‘Idolatría’, a ritmo de salsa. Su buen vecino miraflorino Lucho Molina aclaró que era tema de su abuelo Óscar. Con cajas de discos Fania Records fuimos a regalar a los establecimientos donde vendían televisores, para que vean el espacio sabatino que competía con ‘Trampolín a la Fama’.

En ‘La Parada’, con los zapatos llenos de barro y camisa floreada, entró a una tienda y explotó: ‘¡Gente, óyeme, la última la traigo yo!’. Un cargador de bultos, en ojotas, lo levantó y nos invitó a comer lorna frita en un quiosco. Traía primicias de todo el mundo.

Así llegó a Radiomar y ‘Baila con Saravá’, que eran caravanas que crecían como la espuma en los barrios. En la plaza Manco Cápac, una monumental victoriana bailó con él al compás de ‘La Clave’. Parecía un trompo sedita. Lo acompañé a la Universidad de Lima, en su magistral clase sobre la cultura afro-latina-caribeña-americana. Entre aplausos, besó la mano de la socióloga morena africana y recalcó: ‘Mi Callao es sabor y sandunga’. Luego de apadrinar a la orquesta ‘Saravá All Star’, en Comas, un anciano despedido de su trabajo le pidió ayuda. Después, con bondad ilimitada, le arregló su situación, como experto en Derecho Laboral y Empresarial. Se me partió el alma en Los Jardines de la Paz. Me arrodillé en su tumba y recordé cuando en su residencia me aconsejó: ‘Hermano, maestra vida, te quita y te da’”.

Pucha, ese señor Mendocha conoce a los grandes personajes, qué pena que algunos ya están en el cielo. Me voy, cuídense.

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