Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una milanesa de pollo con papitas fritas, arroz blanco y, para tomar, un refresco de maracuyá. “María, ayer hablábamos de la crisis en salud mental que atraviesa nuestro país.
La gran mayoría de personas que necesita ayuda no la recibe y sus males se agudizan. Muchas personas tienen prejuicios y cuando se habla de salud mental lo asocian a locura. Pero el estrés, la ansiedad, la depresión, la bulimia, el alcoholismo, entre muchos otros, no pueden ser considerados demencia.
Una persona puede atravesar por una crisis familiar, perder a un ser querido o el trabajo y puede comenzar a padecer ansiedad o depresión, por ejemplo. Los especialistas dan algunos consejos para mantener la salud mental:
- Haz ejercicio de manera regular, si es posible al aire libre, pues ayudará a mantener el buen ánimo.
- Aliméntate de manera variada y equilibrada, con una dieta rica en fruta, verdura y fibra, y baja en grasas y azúcares refinados. Toma al menos dos litros de agua al día. Evita el alcohol y otras drogas.
- Cuida el sueño. El descanso reparador es fundamental para sentirse con energía al día siguiente. Por ello intenta dormir ocho horas al día.
- Mantén la mente ocupada. Practica tus aficiones favoritas o aprende otras nuevas, solo o con otras personas.
- Experimenta todas las emociones. No siempre estamos contentos, pero es señal de alarma que predominen las emociones negativas y se mantengan en el tiempo.
- Da las gracias. Cada día escribe una lista o repite mentalmente las cosas de la vida por las que te sientes agradecido. Recuerda tus experiencias positivas.
- Establece metas y prioridades. Fija los objetivos que quieras alcanzar y decide qué es prioritario y qué puede esperar.
- Gestiona el estrés. Analiza los problemas de una manera lógica: define el problema, haz una lista con las posibles soluciones y otra de los pros y contras de cada una”. Qué buenos consejos. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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