Mi amigo, el fotógrafo Gary, ya me enseñó cómo conectarnos a través de un Zoom y ayer tuvimos nuestra primera charla. Fue emocionante. “María, me da mucho gusto dar a conocer historias de peruanos que salen adelante con esfuerzo y honradez. El caso de la ingeniera peruana Rosa Ávalos es digno de admirar porque trabaja nada menos que en la NASA, de donde se acaba de enviar una nave al espacio y ella es la responsable de la comunicación con los astronautas. ¡Impresionante logro!
Ella viene de una familia humilde, pues desde niña vendía higos con su abuelita en Chilca, lo cual aumenta su mérito. Eso significa que muchos de nuestros sueños se pueden cumplir. Pero el éxito no viene solo, no cae del cielo, hay que luchar por nuestras metas. En la actualidad, hay muchos chicos preocupados por sus músculos y hasta se inyectan sustancias prohibidas, y no les interesa leer un libro. Otros ‘cruzan la línea’ por la satisfacción inmediata y el dinero fácil. No permitamos que nuestros hijos caigan en esa situación y terribles experiencias. Por eso, psicólogos y educadores aconsejan:
- La familia es la base para inculcar valores y la formación se reforzará en el colegio. La universidad ampliará el campo de desarrollo académico y ético para el futuro.
- El estudio es la mejor decisión para poner en práctica desde pequeños. Que mamá y papá den el ejemplo.
- Esfuerzo por conseguir objetivos. Cuanto más trabajo cueste alcanzarlo, más satisfacción por el logro obtenido.
- Planificar y no rendirse: A la primera no siempre salen las cosas, pero hay que replantear metas sin desanimarse.
- Leer: Hábito que permite aprender y también divertirse. Lea con sus niños desde chiquitos.
- Busque aprender, no por notas, sino por el gusto de conocer. Comparta en familia y con amigos, pues cada día se puede aprender algo nuevo y bueno.
- Comparta con sus hijos lo más valioso: su amor y tiempo. No siempre habrá dinero para comprar cosas y gastar, pero hay formas de pasarla bien. Busquen momentos de relax con deporte y risas, que hagan que los niños crezcan más seguros de sí mismos y contentos.
Se me vienen a la cabeza algunas de las experiencias que contó el licenciando mexicano Miguel Ángel Cornejo, lamentablemente fallecido, quien reveló que estudió en un colegio estatal y siempre creyó que no hay colegios malos, sino malos alumnos. Es cierto. La persona que tenga la mejor educación estará, obviamente, mejor preparada para triunfar, pero eso no significa que quienes estudian en una institución pobre y llena de carencias estarán condenados al fracaso. Todos, provengamos del lugar que sea, podemos forjar nuestro destino. Solo depende de nuestra voluntad”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.