Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por unos frijoles con unas cachemas fritas, sarsa criolla y, para tomar, una limonada frozen. “María, cada año que pasa el Perú se vuelve más caótico, más violento. Por ejemplo, no sé si lo habrás notado, pero en los últimos tiempos los conductores de vehículos se muestran cada vez más irresponsables, incapaces de obedecer las normas de tránsito.
Siempre salgo de comisión periodística y no hay día que no vea uno, sino varios conductores que se pasan la luz roja, a toda hora. Antes esto ocurría pasada la medianoche. A esa hora como que los choferes pensaban que tenían carta blanca para desobedecer al semáforo. Hasta hay chistes sobre eso: ‘Este es más inútil que semáforo después de las 12′ o ‘a él le dicen semáforo después de las 12 porque solo está de adorno’. Pero ahora esta falta gravísima ocurre también en las mañanas, al mediodía y, por supuesto, también en las noches.
Bestialidades de ese tipo originan tragedias, como la ocurrida la mañana del último martes en Pueblo Libre, donde un padre de familia que llevaba a su hijo al colegio en su moto lineal fue embestido por una camioneta que se pasó la luz roja en el cruce de las avenidas Sucre y José Leguía.
La tragedia pudo ser peor, pues otras cuatro personas resultaron heridas, ya que la camioneta también choco a una van y arrolló a un scooter y dos bicicletas. Hoy hay un hogar de duelo, con un hijo huérfano que de esa pérdida jamás podrá recuperarse. ¿O alguien podrá devolverle a su padre? Lo que da rabia es que tanto dolor, tantas vidas afectadas en un instante es por culpa de un tipo al que no le dio la gana de esperar unos segundos a que la luz del semáforo cambie a verde. Como te decía, María, esto de pasarse la luz roja se ve a cada rato.
En estos tiempos de la más alta tecnología, de inteligencia artificial, cuando los vuelos espaciales cada vez se hacen más comunes, no puede ser que en nuestro país estemos involucionando. Las calles hoy más que nunca son lugares peligrosos donde puedes perder la vida por la bala de un delincuente o ser arrollado por un energúmeno que sentado al volante se cree todopoderoso. Solo tres consejos de los expertos:
- Respeta el semáforo: Es muy simple hacerlo, no cuesta nada. Solo es decisión de cada uno. Por respeto a uno mismo y a los demás. Porque si no respetamos una norma tan importante, tan fundamental, entonces qué clase de personas somos. Choques terribles, heridos graves y muertos siempre han provocado los que la infringen.
- No excedas los límites de velocidad: Pisar el acelerador también es peligroso, más cuando estás en la ciudad, pues estamos rodeados de otros vehículos y peatones. A mayor velocidad, más riesgo de choques y atropellos.
- Cede el paso: Demuestra educación permitiendo a los peatones que crucen primero la pista. Recuerda que los conductores no son los dueños de las pistas”.
Gary tiene razón. Me voy, cuídense.