El fotógrafo Gary llegó al restaurante por su rico piqueo criollo con carapulcra, ají de gallina, cau cau, cebiche y arroz blanco graneadito con rocotito molido. Después, pidió una jarrita de cebada calientita para bajar la grasita. “María, llegó a la redacción mi gran amigo Cigarrito, el veterano periodista de política. Iba vestido con su clásica casaca de jean desteñida y un pantalón pegadito. Su peluca larga y su pelo castaño entusiasmaron a la reporteras, que susurraron ‘churro’, pero cuando volteó a saludar y le vieron su cara surcada por unas arrugazas y sus ojos rojos inyectados por tantas amanecidas y resacas, gritaron ‘¡churro no, churrasco, porque de lejos parece churro, pero de cerca da asco!’.
Mi amigo tiene la moral alta y mostró en su smartphone una foto suya con la actriz Marisol Palacios, la recordada protagonista de la película de Pancho Lombardi ‘Caídos del cielo’ y la de Danny Gavidia, ‘Reportaje a la muerte’. Gary, esa película estuvo basada en hechos reales, se inspiró en el sangriento motín en el desaparecido penal ‘El Sexto’, en marzo de 1984, donde murieron 22 presos y dos rehenes, uno quemado y otro baleado por los malditos amotinados ‘Pilatos’ y Eduardo Centenaro, ‘Lalo’. Esas muertes se vieron por televisión, en vivo y en directo. Los presos tenían un TV a color y al verse las caras en la pantalla, se entusiasmaron y gritaron ‘¡somos calle!’. Tomaron alcohol y pastillas del tópico y se pusieron ultraviolentos cuando degollaron al narcotraficante ‘Mosca Loca’. El millonario recluso vivía en la Prevención con todos los lujos.
‘Mosca Loca’ se hizo célebre porque le ofreció al presidente Fernando Belaunde pagar la deuda externa si lo dejaba ‘operar’ exportando cocaína al extranjero. Pero tú te preguntarás por qué estoy con la guapa Marisol Palacios en esa foto. Es que fui el primer periodista que llegó al motín. Me pusieron una máscara antigás, un chaleco antibalas, e ingresé al infierno. Solo había humo, balas que silbaban, gritos, sangre y después... un silencio sepulcral. Mi crónica fue premiada. Por eso, cuando en el noventa Danny Gavidia asume el reto de recrear ese motín, me busca y me pide que les dé un asesoramiento a los dos actores que hacían de reportera y camarógrafo en ‘Reportaje a la muerte’. ‘Anel’, rol interpretado por Marisol Palacios, es la reportera que llega de Venezuela, porque en el motín tomaron como rehén a la esposa del embajador llanero; y ‘Alfredo’, el camarógrafo, es encarnado por Diego Bertie.
Justo acabo de ver nuevamente ‘Reportaje a la muerte’ y me estremezco cuando veo actuar al recordado Aristóteles Picho como el sanguinario ‘Supay’. En el filme se muestra que el penal estaba dividido entre dos bandos, los ‘chalacos’ y los limeños. El ‘Conde’ y ‘Supay’, su perro de presa, son los capos de Lima y capitanean el motín. Los limeños aprovechan para cobrar viejas rencillas y encierran a los chalacos en una celda y les prenden fuego. Fue una carnicería”. Pucha, ese señor Cigarrito conoce a mucha gente talentosa. Lástima que no guardó pan para mayo. Me voy. Cuídense.