La Seño María: Rendirse jamás
La Seño María: Rendirse jamás

El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un rico estofado de osobuco, una porción de arroz blanco, rocotito molido y una jarra con emoliente caliente. “María, el Bicentenario del Perú, que significan los 200 años de nuestra independencia como República, no nos encuentra en el mejor de los escenarios. La situación económica no es buena, miles han perdido sus empleos y la pandemia sigue causando zozobra en la población, pese a que se ha acelerado la vacunación. Para colmo, las elecciones de la segunda vuelta han dejado muchas heridas abiertas que se pueden agudizar en los próximos meses.

Cada día estamos golpeados con terribles noticias de corrupción, delincuencia, crímenes de todo tipo y violencia. Todo eso refleja gran parte de la cruda realidad de nuestra sociedad, pero no podemos dejarnos abatir por un espíritu negativo. Como dice una de las frases más recordadas de nuestro historiador Jorge Basadre: ‘El Perú es más grande que sus problemas’. No debemos perder la capacidad de indignarnos sobre terribles hechos, de conmovernos con el dolor ajeno ni de estar informados para poder cuestionar y rechazar actos indebidos.

Pero a la vez, debemos tener en cuenta que el estrés de lo laboral, el trajín de cada día por los hijos, las preocupaciones económicas y las dificultades en diversos aspectos de la vida hacen que el desánimo vaya ganando terreno y poco a poco eso nos va afectando y enfermando. Por ello, es necesario seguir sacando fuerzas y -con actitud positiva- enfrentar cada día para nuestra tranquilidad y la de nuestras familias.

A ponerle fe a lo que hacemos.

  • No se rinda. Las cosas no siempre salen ‘a la primera’ como uno desea. Aleje el estrés y vuelva a intentar.
  • Mantenga los buenos valores e incentive a su familia.
  • Interésese por saber cómo les fue en el día a su pareja, hijos, padres o hermanos. No buscando ‘fiscalizar’ cada cosa que hizo, sino porque es importante compartir el sentir, las preocupaciones y los logros. Eso fortalece los lazos, así no buscarán apoyo afuera y llegar a casa no se tornará en algo aburrido y rutinario con el tiempo.
  • Si vive solo, frecuente familiares y amistades.
  • Al regresar del trabajo o estudios al hogar: no se quede prendido del celular, la televisión, la tablet o computadora. Converse, comparta en familia.
  • Rituales familiares: Salir a pasear o caminar los domingos. Sin ser algo rígido, se volverá una experiencia de unión y lindos recuerdos.
  • Prevención. La delincuencia acecha y, en lo posible, debemos tomar medidas para no ser víctimas”.
  • Gary tiene razón. Me voy, cuídense.


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