Felipe O’Neill Pérez
Felipe O’Neill Pérez

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un estofado de pavita con arrocito y sarsa criolla. Para tomar pidió una jarrita de jugo de maracuyá. “María, terrible lo que pasó el martes en el restaurante ‘Panchita’ de Miraflores, donde Felipe O’Neill Pérez, de 41 años, ejecutivo de una empresa tecnológica, asesinó de un balazo a su compañera de trabajo Rosa Benavides Torres, con quien almorzaba al lado de otros colegas. El sujeto luego fue a su carro y se metió un balazo. Las familias de ambos han descartado que hayan sido pareja y no hay motivos aparentes para ese desenlace. La Policía tiene ahora una gran labor para investigar lo que, a todas luces, fue un feminicidio y suicidio. Importante será el interrogatorio de los testigos y la visualización de las cámaras de seguridad, así como de las comunicaciones de víctima y victimario.

Llama la atención que el asesino y Rosa Benavides eran profesionales y ejecutivos de una empresa transnacional, además de haber estudiado en prestigiosas universidades. Esto nos hace reflexionar que los desequilibrios mentales se dan en todos los sectores sociales y hasta en personas con un alto nivel intelectual. Hay que tener un grado de locura para asesinar a una persona y luego pegarse un tiro, especialmente después de haber participado en un almuerzo con los compañeros de trabajo por el feriado. Las familias y los amigos deberían estar atentos a las señales de desequilibrio psicológico de las personas. A sus cambios de humor, a su preferencia por quedarse solos o a las cosas que publican en redes sociales. En el caso de los crímenes pasionales, la gente se obsesiona con la pareja que decide terminar la relación o con la persona que no le hace caso. No es normal que alguien mate al objeto de su deseo. Ante un rechazo, lo normal es que nos duela, nos pongamos tristes o hasta lloremos... pero de ahí a quitar la vida hay mucho trecho. Por eso la importancia de los exámenes psicológicos para detectar a tiempo una anormalidad y dar un tratamiento. Atento a las señales.

Cuando percibimos sentimientos de tristeza, desánimo o cólera repentina.

  • Altibajos y cambios radicales de humor.
  • Alejamiento de las amistades y de las actividades.
  • Preocúpate si tu pareja tiene muchos celos, es decir, seguridad de que lo van a traicionar o le serán infiel.
  • Atento a la posesividad, reflejada a través de frases dichas a su pareja como ‘eres mía’, ‘mi mujer’, ‘si me dejas te mato’ o ‘no sé qué haría sin ti’.
  • Impulsividad: No se controlan y se enojan si se les quiere poner límites. En estos casos, desde el lado de la víctima suelen reflejarse respuestas como ‘por eso le hago caso, para que no se enoje’.
  • Consumo frecuente de alcohol y/o drogas”. Asu, qué fuerte. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

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