Pisco peruano ganó la medalla de oro en concurso Vinalies Internationales de Francia
Pisco peruano ganó la medalla de oro en concurso Vinalies Internationales de Francia

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un rico seco de res con una porción de arroz blanco graneadito, rocotito molido y una jarrita de chicha morada bien helada para aplacar el calor.

“María, es increíble la desfachatez de nuestros vecinos del sur, los chilenos, que luego de años de intentar apoderarse a la mala y sin nada de vergüenza, de la palabra ‘pisco’, ahora quieran compartir la denominación de origen de nuestra bebida de bandera.

¡Qué tal frescura! ¿No? Ante estas antojadizas intenciones, las autoridades peruanas han levantado su voz de protesta y le han gritado en su cara a los chilenos que: ‘el pisco, es peruano y punto’. Uno de los primeros en defender nuestra denominación fue el ministro de Cultura, Rogers Valencia, quien le mandó un mensajito a los vecinos del sur: ‘Si Chile quiere hacer pisco, acá estamos para enseñarles cómo se hace’.

Más claro ni el agua. Y es que los chilenos no soportan que varios países importantes del mundo, como la India, ya reconozcan al Perú como el único que puede fabricar y producir esta bebida espirituosa.

Recordemos que hace unos años los chilenos hicieron que el licor peruano sea vetado en el Concurso Mundial de Bruselas, una competencia internacional de bebidas alcohólicas, vinos y afines creada en Bélgica en 1994. Recuerdo la indignación que causó esta jugada sucia. Pero nada nos detuvo y ahora parte del mundo nos conoce como los dueños del pisco.

Lo que hay que decirle mil veces, si es necesario a los vecinos del sur, es que solo hay un pisco y ese es peruano. Lo que ellos producen es solo un aguardiente, el cual difiere absolutamente en cuerpo y sabor de nuestra bebida. La palabra quechua pisco (que designa a las aves pequeñas) existe en el Perú desde hace unos dos mil años, muchísimo antes de la llegada de los españoles.

El pisco siempre fue peruano, pero debemos reconocer que por la dejadez de nuestras autoridades nuestra legislación recién lo reconoce como denominación de origen desde 1991. Los chilenos ansiaron, durante décadas, adueñarse del nombre y del prestigio de nuestro licor. A tanto llegó su angurria que en 1936 le cambiaron el nombre a un pueblito llamado ‘La Unión’ y le pusieron ‘Pisco Elqui’.

Se inventaron un pueblo llamado ‘Pisco’ para ponerle ese nombre a su feo trago y así hacerlo parecer ‘legal’. Hoy se atreven a intentar compartir con el Perú la denominación. Ya parece un chiste lo que tratan de hacer. De todo lo peruano se quieren adueñar. Ni el cebiche, ni la causa, ni el suspiro a la limeña se salvaron de ser víctimas de este intento de robo por parte de los sureños. Debemos mantenernos alertas para defender lo nuestro”. ¡Qué tal raza! Gary tiene razón. Me voy, cuídense.

NOTICIAS SUGERIDAS

Contenido GEC