Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un lomo al jugo con arrocito graneado y rocoto molido. Para tomar, pidió una jarrita de chicha morada. “María, nunca dejaré de decir que nací en la tierra de la abundancia, en el país de mayor diversidad, de rica cultura, gastronomía y recursos naturales. Somos una nación privilegiada. Son escasos los países que poseen costa, sierra y selva. Aquí nace el Amazonas, uno de los ríos más largos y caudalosos del mundo. Tenemos el lago navegable más alto del planeta: el Titicaca, que se alza por encima de los 3 mil 800 metros sobre el nivel del mar. Los paisajes más lindos que conocí están en las cordilleras blanca y negra, en Áncash, con picos nevados y espejos de agua tan hermosos que es como estar en el cielo.
En estas tierras floreció el Tahuantinsuyo, un imperio que a la llegada de los españoles abarcaba cinco países y construyó esa maravilla arquitectónica que es Machu Picchu. Por esas cosas del destino, en el Perú confluyen diversas razas, culturas y tradiciones que se expresan a través de la música o la gastronomía. Por mi trabajo, he tenido la oportunidad de conocer varios países y probado su comida. Mi veredicto es que como la peruana no hay. Nosotros tenemos variedad, riqueza, gusto, creatividad, ingredientes y para todos los paladares. No es casual que tengamos dos restaurantes considerados como los mejores del mundo: Central, de Virgilio Martínez, y Maido, de Mitsuharu ‘Micha’ Tsumura. Hace dos días se informó que a nuestra costa norte, todos los años, llegan cientos de ballenas a aparearse y tener crías, para luego regresar a la Antártida. El espectáculo es hermoso, increíble y los peruanos tenemos ese privilegio. Y qué decir de nuestras playas como Máncora y Punta Sal, que nada tienen que envidiar a otras en lugares del mundo tan bellos como Hawaii, el Caribe o Grecia. Por eso debemos sentirnos orgullosos de vivir en esta hermosa tierra. Solo falta desterrar a la corrupción y la delincuencia para vivir como merecemos”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
