Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un locro de zapallo con arroz y un bistec jugoso encima. Para tomar, pidió una jarrita de chicha morada. “María, me conmovió la historia de Cliver Huamán Sánchez, un escolar de solo 15 años, natural de Andahuaylas, quien transmitió la final de la Copa Libertadores entre Flamengo y Palmeiras, desde lo alto de un cerro en Ate. Es que debido a su corta edad no pudo lograr la acreditación, pese a que viajó 18 horas desde su pueblo. Pero eso no lo amilanó. Con un trípode, un micrófono y una mochila, igual entrevistó a hinchas para su canal de TikTok llamado Pol Deportes.
Luego, con ayuda de un mototaxi y junto a su mánager subieron al cerro Puruchuco. Desde allí transmitió el encuentro que finalmente ganó el ‘Mengao’. Su historia en el periodismo empezó a los tres años. Su papá, Victoriano, trabajó en radios de Andahuaylas y lo llevaba con él. Así le agarró el gusto a las comunicaciones.
Empezó a narrar encuentros de la Liga 1 en su tierra natal y así se hizo conocido. El año pasado fue entrevistado por ATV y TVPerú, incluso hablando en quechua. Ahora que se ha convertido en viral, muchos lo toman como ejemplo.
En estos tiempos en que muchos adolescentes creen que lo merecen todo sin ningún esfuerzo y, peor aún, incluso están los que cruzan la línea y se vuelven sicarios o extorsionadores, Cliver es un ejemplo porque con creatividad, trabajo y esfuerzo lucha por alcanzar sus metas. Y eso le está dando resultados. Algunas marcas ya quieren estar en su programa y un alcalde le acaba de prometer que le pagará la universidad para que estudie Comunicaciones cuando acabe el colegio.
Ojalá los padres hablen de esto con sus hijos para impulsarlos a mejorar. El crecimiento económico, el progreso y la tranquilidad financiera no llegan del cielo. Tampoco asaltando, vendiendo droga o estafando. Se logra con trabajo y sacrificio. Por eso Cliver es el orgullo de sus padres”. Me voy, cuídense.
