El fotógrafo Gary llegó al restaurante por unos tallarines rojos con tremenda pierna de pollo y su papita a la huancaína. Para bajar la grasita se tomó una jarrita con hierba luisa. “María, ya se acercan las fiestas de fin de año. Los problemas y preocupaciones aumentan por falta de dinero o trabajo. El asunto es cómo los encaramos, pues de eso depende que seamos felices o infelices. Aunque mucha gente no lo crea, depende de uno tener una actitud positiva, con lo que le irá mejor en la vida. Navegando en internet encontré interesantes consejos:
Tú determinas tu realidad.- Cuando algo te sucede, tú tienes la posibilidad de hacer que esa experiencia se convierta en algo positivo o negativo.
Rodéate de gente positiva.- Las emociones se contagian, así como las buenas y malas vibras. La clave es estar con personas que mantengan una actitud positiva, que te motiven a seguir su estilo de vida.
Agradece.- Si alguien actúa bien o realiza un buen trabajo, dale las gracias. Es estimulante que se nos reconozca el esfuerzo. Y el que agradece también experimenta una gratificante sensación de alegría.
Aleja los malos pensamientos.- Cada vez que aparezca un pensamiento malo, recuerda una canción que te alegre o realiza una actividad que te produzca placer.
Abraza a un ser querido.- Dar y recibir amor es muy importante porque nos reconforta y fortalece el alma y el corazón. Abraza sobre todo cuando estés de mal humor, verás que eso te tranquiliza.
Mejora tu entorno.- Rodéate de olores agradables, usa colores divertidos en tu ambiente y para vestirte. Recuerda también que una sonrisa puede abrir muchas puertas.
Haz lo que te gusta.- Busca el tiempo necesario, después de cumplir con tus estudios o trabajo, para realizar tu actividad preferida al menos una vez a la semana. Regálate ese placer y baja tu ritmo de vida. Ten presente que todo el buen humor que puedas dar regresará a ti en forma de energía positiva.
Si estás convencido de que el mundo está contra ti, deja de lado esa suposición porque es falsa y pesimista.
Si eres papá o mamá, acércate más a tus hijos y busca temas de conversación, apóyalos y dales seguridad. Eso te hará sentir bien. Si llevamos a la práctica estos pensamientos y consejos, podemos mejorar nuestras vidas”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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